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Jaime Castillo: “Yo enseñé a bailar la jota vasca a Ingrid Bergman”

“Jimmy, me vas a matar”, me decía en los ensayos

Nunca pudo suponer aquél guerniqués que su salida de estampida por causa de la guerra civil le supondría el inicio de una larga vida aventurera. Claro que cuando se tienen 11 años, como es el caso, se obedece y punto. Esto es lo que le ocurrió a Jaime Castillo Isusi: Partida para Francia, triunfo en los escenarios, inicios en el cine, regreso y América, donde se codeó con muchos intérpretes de la pantalla de renombrado prestigio. Todo no fue producto de la casualidad. El hombre se lo trabajó y ahora me lo cuenta al detalle sentado en butaca de respaldo alto. El relato, por fuerza, no es corto.
Egilea
Alberto López Echevarrieta
Komunikabidea
Bilbao aldizkaria
Mota
Albistea
Data
2013/02/13

Lágrimas por una sueca

Jaime Castillo Bilbao aldizkaria“Yo enseñé a bailar la jota vasca a Ingrid Bergman y a Rip Torn, me dice para empezar. Estaban rodando en Montecarlo la película 24 horas en la vida de una mujer. En una secuencia hay una boda vasca a la que asoma la pareja protagonista para acabar bailando al sumarse a la fiesta. Se me contrató para enseñarles en base a que desde niño había sido dantzari. Me llevó dos semanas de trabajo partiendo de que no tenían idea de cómo hacerlo. Él era bastante tosco, pero ella un encanto. “Jimmy, me vas a matar con estos ejercicios”, se quejaba dulcemente en las pruebas. Lo peor es que luego, en el montaje, cortaron el baile. Yo figuré en el “cast” como bailarín, coreógrafo y profesor de danza”.

Ingrid Bergman tenía 46 años cuando protagonizó esta versión televisiva de la famosa obra de Stefan Zweig 24 horas en la vida de una mujer. Su carrera atravesaba un bache tras su separación de Rossellini. De ahí que su nuevo
marido, Lars Schmidt, produjera este film que se estrenó en Estados Unidos el 20 de marzo de 1961. Ahora, cada vez que Jaime ve una foto o una película de la actriz sueca, no puede por menos que suspirar con nostalgia.

“¿Era un potro Galíndez?”

Jaime Castillo fue uno de aquellos niños, miembros del “Elai Alai” de Gernika, que salió huyendo de la guerra civil poco antes de la caída de Bilbao. Embarcó en Santander rumbo a Francia, donde siguió cantando y bailando con el grupo folklórico fundado por Segundo de Olaeta. Años más tarde, tras su regreso, se integró en el espectáculo Euzkadi que montó Juan Oñatibia en 1954 con el que por primera vez recorrió Estados Unidos de costa a costa. Interpretaba canciones vascas y bailaba formando pareja con María Pilar Beobide hasta que ésta lo dejó al casarse. Su nueva “partenaire” fue la norteamericana María Luz Etxabe, cuyo padre era de Gernika y su madre de Bermeo.

“Me abrí camino en aquel país estableciéndome en Nueva York donde conocí a muchas personalidades que estaban en el exilio. Tuve una gran relación con José Antonio Aguirre. Ya en París, en el bautizo de su hijo, canté con Matilde  Zabalbeaskoa, Lide Ibarrondo y Pepita Embil, madre del tenor Plácido Domingo”.

La colonia vasca en Nueva York estaba entonces muy unida, por lo que a Castillo no le fue difícil conocer a quien entonces era delegado del Gobierno vasco en Estados Unidos, Jesús de Galíndez, que acabó desapareciendo  misteriosamente. “Estoy seguro de que Trujillo, el dictador dominicano, se lo quitó de en medio porque sabía demasiado, comenta con rotundidad.

Jesús cenaba casi todas las noches en mi casa, como Juanito Oñatibia que, además de gran musicólogo, le sucedió en el cargo. Galíndez no sé si era un
potro, pero siempre andaba sin dinero. Le enseñé a bailar la jota vasca y nos hizo una demostración en la fiesta que se montó con motivo de la formación de “Galeuzka”. Esa demostración le salvó de ser destituido en su cargo. Lo hizo tan bien que impresionó a Aguirre”.

El espectáculo Euzkadi repitió gira con otros miembros en su formación, entre los que estaban Víctor y Lourdes Olaeta. Jaime Castillo, que fue a América para tres meses, se quedó allí año y medio, tiempo que aprovechó para recibir lecciones de canto. “Fue en la misma academia donde estuvo perfeccionándose Plácido Domingo, al que, por cierto, al principio le educaron como barítono, y allí es donde le dijeron que era un gran tenor y que tenía que cambiar con el resultado que todos conocemos. Mantengo con él una gran amistad”.

Los contactos de Jimmy

La vida artística de Jimmy, como le llamaban en Estados Unidos, dio un gran vuelco cuando le surgió la oportunidad de actuar en cruceros de lujo. Su trabajo consistía en cantar y bailar en las fiestas que se organizaban a bordo de los grandes trasatlánticos, para lo que formó pareja artística con Marie Rath, nombre artístico de la soprano Maria Corelli, sobrina del famoso tenor italiano Franco Corelli. La proximidad de mucha gente importante hizo que Castillo contactara directamente con personalidades relacionadas con el mundo del espectáculo. De esta forma surgió su amistad con el productor de la televisión norteamericana

Mark Goodson, creador de la vieja serie El rebelde, protagonizada por Nick Adams y que tal vez ustedes recuerden. “Fue quien me abrió las puertas del cine y la televisión. Le caí bien desde un principio y nos unió un gran afecto. En los años 60 y 70 era uno de los productores más influyentes de Hollywood, siendo legendarias las fiestas que organizaba en su mansión. Allí conocí a un buen número de estrellas del mundo del cine a las que ahora veo en películas de la época y no puedo por menos que emocionarme. Guardo muy buen recuerdo de Sean Connery, un hombre nada endiosado con el que intercambié aspectos irrelevantes de nuestras vidas mientras tomábamos una copa. Melvyn Douglas, que ya para entonces había hecho de todo en el cine, era también un gran caballero. Las conversaciones que mantuve con él fueron una delicia, porque era una persona de la que podías aprender mucho. Aunque quien más me  impactó en el trato fue Gregory Peck. Su presencia imponía un profundo respeto. Era sencillamente único. Sentí mucho su muerte”.

Gin-tónics sin gin

Durante esta etapa como cantante y bailarín de salón, Jaime Castillo tuvo también oportunidad de conocer a otro tipo de personalidades, ajenas, al menos profesionalmente, con el mundo del espectáculo. Aún se asombra de haber entrechocado copa nada menos que con el príncipe Carlos de Inglaterra.


“Yo siempre he tomado los gintónics con vodka en lugar de hacerlo con ginebra. Vamos, que en realidad son vodka-tónics. Esto se debe a que la ginebra deja olor en el aliento y a la hora de cantar es desagradable, sobre todo si haces un dúo. En una fiesta que se dio en un crucero y en un círculo en el que estaba Carlos de Inglaterra, se habló de esta costumbre de los cantantes. El príncipe vino a mí y me dijo: “¿Por qué no me preparas un cóctel como los tuyos? Esa solución para el aliento me parece estupenda”. Lo hice, claro, y a partir de ahí la conversación”.

Invitaciones

Aquellas actuaciones a bordo de los grandes trasatlánticos tenían también su parte pícara dentro de la inocencia que aparentemente poseían. Jaime Castillo  me enseña unas fotos suyas de la época. Me sonríe a la hora de decirme: “Tenía buena planta, ¿no?”. Sí la tenía evidentemente y eso también lo debieron apreciar muchas de las señoras y señoritas que asistían a los espectáculos y que, al acabar estos, sugerían la posibilidad de que les invitara a salir a la pista.

“Había veces que, al terminar las actuaciones, surgían los compromisos sociales para bailar con algunas damas que querían que les enseñara algún paso de baile o simplemente deseaban fotografiarse conmigo para tener un recuerdo. No era extraño que me encontrara muchas veces con un número de teléfono en la mano”.

Aquellos espectáculos en cruceros se prolongaron hasta hace una docena de años. Jimmy se retiró para descansar y de vez en cuando echar marcha atrás a la moviola de su vida recordando el tiempo vivido y disfrutado con la ayuda de las fotos y documentos. Revisa su título de la Sociedad Coral de Bilbao  cuidadosamente guardado, las fotos de cuando era dantzari con los Olaeta y la de su adorada Ingrid Bergman mientras suspira: “¡Mi querida Ingrid…!”. “¡Ay!”, se nos escapa.

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