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Itziar Mendizabal: "Me emociono bailando las canciones de Itoiz y Mikel Laboa"
Primera solista del Royal Ballet de Londres
A los cuatro años le pidió a su madre que le apuntara a clases de ballet
y a los ocho empezó su formación en la escuela de Elvira Ubierna. Con
catorce años, cuando apenas era una niña, dejó Hondarribia, y se fue con
un gran maestro de la danza, Víctor Ullate, a completar su formación.
"Siempre he querido bailar. Ni siquiera me había propuesto llegar a una
compañía tan importante como la que estoy. Solo pretendía disfrutar de
la danza", confiesa la bailarina vasca durante el descanso de un ensayo
de La bella durmiente en Londres.
Entre ensayo y ensayo, Itziar
Mendizabal ha preparado junto a su compañero de baile, Johannes Stepane,
Kai, la coreografía que Jon Ugarriza ha creado para la séptima edición
de la gala Los vascos y la danza, que organiza Bilbao Ballet Elkartea,
basada en las canciones Lau teilatu de Itoiz y Baga, biga, higa, de
Mikel Laboa.
Contaba el coreógrafo Jon Ugarriza que por los pasillos de la Royal Opera House de Londres se oye cantar ya en euskera...
Ja,
ja, ja... Así es. Jon Ugarriza estuvo dos semanas preparando la
coreografía conmigo y con Johannes y desde entonces, mi compañero de
baile tararea en euskera las canciones de Itoiz y Mikel Laboa. Es muy
gracioso, un austriaco bailando y cantando canciones tradicionales
vascas... Lógicamente, hubo que explicarle lo que significaban para los
vascos y las vascas y lo ha entendido perfectamente. Se ha volcado
totalmente.
¿Y para Itziar Mendizabal? ¿Qué es 'Kai'?
Me
emociono bailando las canciones de Itoiz y Mikel Laboa, como para
muchos vascos son muy especiales. Me apetecería bailar más canciones
tradicionales vascas.
El bailarín bilbaino Javier Amo, Primer
Solista del Ballet de la Ópera de Munich, no había podido bailar nunca
en su tierra, en cambio, usted se ha subido a varios escenarios
vascos...
He tenido mucha suerte. Esta va a ser la cuarta
vez que participo en una gala de Los Vascos y la Danza. Además, he
bailado sobre un escenario en Abandoibarra en la pasada Aste Nagusia,
que fue una experiencia inolvidable. He tenido también la oportunidad de
bailar dos veces en Gasteiz, en Donostia, en el Victoria Eugenia... Soy
consciente de que soy una afortunada porque existen muchas grandes
figuras vascas del ballet que no han podido subirse a un escenario en
Euskadi.
¿Están condenados los bailarines vascos a marcharse de Euskadi?
Como
en Euskadi no hay ninguna compañía, si quieres bailar, tienes que salir
fuera para aprender. Hay muy pocas compañías de ballet en nuestro
entorno, así que es muy difícil bailar. En Europa, la mayoría de las
ciudades tienen su propia compañía.
¿Cómo llegó al Royal Ballet?
Estuve
con Víctor Ullate hasta 2002. Tras una etapa en el Ballet de Zurich
(2002-2006), me incorporé al Ballet de Leipzig donde estuve unos años
como bailarina principal. Por razones políticas, decidieron cambiar de
dirección, convertirse en una compañía de danza contemporánea y este no
era el tipo de trabajo que me interesaba. A mí me gusta bailar
contemporáneo, pero no solo este tipo de estilo. Sabía que me iba a ir y
en ese momento, vino una profesora que trabaja en el Royal Ballet a
montar una coreografía y me preguntó si había hecho audición para el
Royal. Era algo que ni se me pasó por la cabeza, creía que quedaba fuera
de mi alcance. Me pidió uno de mis dvd de promoción y lo llevó a
Londres. A la semana siguiente me llamaron y me ofrecieron un contrato.
¿Cumplió su sueño?
Si
soy sincera, mi sueño siempre ha sido bailar, ser feliz mientras estoy
bailando. Por supuesto, es un honor para mí estar en una compañía como
esta, que tiene un nivel increíble en todos los aspectos, pero nunca fue
una meta para mí. He disfrutado y sigo disfrutando al máximo de mi
carrera.
¿En su familia había tradición por el ballet?
No,
aunque mi aita bailaba euskal dantza de joven y a mi madre siempre le
gustó bailar, pero nunca recibió clases. Creo que yo casi bailaba antes
de caminar. .
¿Con qué roles se encuentra más cómoda y disfruta más?
Me
gusta bailar todos los roles. El otro día me preguntaban cuál pensaba
yo que era mi mejor cualidad. Creo que la versatilidad. Aunque
normalmente me siento más cómoda en los roles con carácter, por ejemplo,
yo en el Lago de los cisnes, sería el cisne negro. Pero también
disfruto con los papeles que no me resultan fáciles. Algunos ballets
contemporáneas y neoclásicos me han hecho disfrutar también muchísimo en
el escenario.
¿Se valora más a los futbolistas que a los bailarines?
Creo
que hay poco conocimiento del mundo del ballet. Mucha gente no sabe que
esto es una carrera muy seria, se cree que es un hobby. Hay personas
que cuando les dices que bailas ballet, te preguntan: "¿pero en qué
trabajas?" Luego, cuando ven el trabajo, se quedan impresionados.
¿Exige muchos sacrificios? ¿Ha dejado muchas cosas en el camino para dedicarse a ello?
Siempre
que me preguntan esto, respondo que no. He ganado cosas y he perdido
cosas, pero es lo que me gusta hacer, no me veo haciendo otra cosa. Hay
que trabajar duro, hay que hacer concesiones, pero al final, es lo que
te gusta. Nunca quise hacer nada que no fuese bailar.
Itziar Mendizabal, bailando 'Suite para dos pianos'. (COSTIN RADU)
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