El Zortziko es el baile festivo por excelencia en el valle de Burunda, una tradición que se ha mantenido en las romerías y fiestas de Altsasu y Urdiain, no así en el resto de los pueblos del valle. En Iturmendi, se dejó de bailar en los años 70 y se intentó recuperar en 1995 pero poco tiempo después cayó en el olvido. Hasta estas fiestas, en las que un grupo de jóvenes lo bailaron en la plaza el domingo, bajo un sol de justicia. Eran Ane Goikoetxea Aramendia, Oihane Gabirondo Baradiaan, Idoia Rubio Galarza, María Zubieta López y Unai Lopez de Goikoetxea Ganboa, con Gorka Rubio Galarza a la cabeza. 

Foto de familia de dantzaris y txistularis tras el Zortziko del domingo, en fiestas de Iturmendi.

Foto de familia de dantzaris y txistularis tras el Zortziko del domingo, en fiestas de Iturmendi. Cedida

“Desde hace unos años existe un grupo de dantzas en nuestro pueblo y después de insistir, se ha conseguido que este año recuperemos nuestro Zortziko”, apunta Nicolás Arbizu, estudioso de la historia de Iturmendi y uno de los artífices de su recuperación, quién confía en que se mantenga en el tiempo. “Es parte de nuestra cultura y de las tradiciones de nuestros mayores”, incide. Al respecto, señala que se tiene constancia de este baile desde el siglo XVI aunque es anterior. “En Iturmendi no se conocía la música de este baile y el famoso compositor Lorenzo Ondarra, capuchino natural de Bakaiku, escribió la música para tocar con txistu, gaita u otros instrumentos”, recuerda. La partitura se incluyó en el folleto de Santa Marina escrito por el propio Arbizu en 1992. 

Zortziko de 1972, uno de los últimos tras perderse esta tradición en los años 70..

Zortziko de 1972, uno de los últimos tras perderse esta tradición en los años 70.. Cedida

No obstante, en la memoria de los mayores sigue vivo este baile, y sobre todo la de dantzaris destacados, como José López, Joseaundi; José Galarza, Anastasio Galarza, y sobre todo, Miguel Lanz, famoso por sus saltos y piruetas. “Después de la romería a Santa Marina y tras unas tazas de vino, se bajaba bailando desde Dantzalarre y se daba la vuelta al pueblo”, observa Arbizu. Por otro lado, explica que la forma de bailarlo ha variado mucho a lo largo del tiempo. “Cuando era un baile noble, duraba mucho tiempo y estaba abierto a todas las personas, incluidas las mujeres. Era el único baile permitido por las autoridades y en algún lugar los dirigía el párroco”.

Imagen  de un Zortziko de mediados del pasado siglo.

Imagen de un Zortziko de mediados del pasado siglo. Cedida

En esta ocasión, la idea de recuperar el Zortziko surgió de Juan Pablo Urizar, profesor del grupo de txistularis de Iturmendi. “Teníamos la partitura y dantzaris. En Ziordia también están en ello y lo bailarán en fiestas. Así, todos los pueblos del valle de Burunda tendrán su Zortziko”, destaca este txistulari, buen conocedor de este baile en el valle. “Todos tienen similitudes pero cada pueblo tiene su idiosincrasia que lo diferencia”, observa Urizar, que el domingo puso la música junto con Miren Lanz, Esther Carrasco, Kontxi Zelaia y Lucía Mazkiaran, parte de sus alumnas.

A la hora de rescatar este baile tradicional también se ha contado con la ayuda de Ernesto Leitza, de Bakaiku. No en vano, son dos pueblos vecinos y además comparten la propiedad de la ermita de Santa Marina, en el alto de Urbasa, donde tradicionalmente se ha bailado el Zortziko. En el caso de Bakaiku se recuperó en 2008, después de un par de intentos fallidos. El primero fue en 1982, cuando un grupo de jóvenes lo volvieron a bailar el día del patrón, Santiago. Pero duró poco, tres años. Así, a finales de los 90 se volvió a recuperar, pero lo mismo, al poco tiempo se abandonó la idea.