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Irantzu González, pasión por la danza en Altsasu

Irantzu González ha abierto una escuela de danza en Altsasu, un espacio para aprender y de encuentro de profesores, coreógrafos y bailarines

“Vi que en la zona había mucho interés por la danza y me decidí a montar mi propia escuela”
Egilea
Nerea Mazkiaran
Komunikabidea
Noticias de Navarra
Tokia
Altsasu
Mota
Erreportajea
Data
2016/01/26
Lotura
Noticias de Navarra

Irantzu González Azpiroz ha cumplido uno de sus sueños, montar una escuela de danza en su pueblo, Altsasu. Estos días se amontona el trabajo administrativo para ajustar grupos y horarios así como las matriculaciones. “Estoy muy contenta. Se está apuntando mucha gente”, observa esta joven de 28 años.

Será un centro dirigido a todos los públicos, desde los que quieran entrar en contacto con la danza o profundizar en sus conocimientos. Desde ballet clásico a modern jazz, pasando por lírico-contemporáneo, danza contemporánea y mix dance, con diferentes niveles para todas las edades, incluso los mayores con un grupo para la tercera edad. El flamenco también tiene sitio en la Escuela de Danza Irantzu González con Askoa Etxebarrieta, más conocida como La Pulga. “Mi objetivo es que sea un lugar de encuentro de profesores, coreógrafos y bailarines”, explica, al tiempo que destaca que en la zona “hay gran potencial”.

Así, a partir de ahora, ya no será necesario desplazarse a Pamplona u otra ciudad, como fue su caso. Niña inquieta, con cinco años comenzó a estudiar danzas vascas en Etorkizuna Dantza Eskola. “Nos enseñaban euskal dantzak y ballet clásico. Me encantó. También empecé gimnasia rítmica”, recuerda. Desde entonces tuvo claro que la danza era lo suyo. Su ídolo es y era Tamara Rojo, bailarina que consiguió ser la primera figura del The Royal Ballet de Londres y que en la actualidad es la directora del English National Ballet.

“Con 14 años, cuando era autónoma para coger el autobús, empecé a estudiar en Pamplona. Durante un año mi padre tuvo que ir a buscarme”, recuerda. En la capital navarra pasó por diferentes academias. “Donde más tiempo estuve fue en la escuela de Almudena Lobón, estudiando ballet clásico”, apunta.

Con 20 años dio el salto a Madrid, donde se formó en la Escuela de Danza de Carmen Roche, en la actualidad dirigida por su hijo Víctor Ullate. “Elegí la especialidad teatro musical ya que también me gusta la interpretación. Además, era más completo porque se estudiaba danza así como canto y teatro”, explica. Asimismo, estudió artes escénicas aplicadas a la discapacidad en la Fundación de Psicoballet Matite León. “Me encanta trabajar con las personas con discapacidad, ellos son mis verdaderos maestros”, afirma. En aquellos años en Madrid, Irantzu González compaginaba sus estudios con trabajos como bailarina y como profesora. Asimismo, comenzó a acudir a cursos de danza con psicología en Inglaterra, a donde viajaba ocho veces al año. “La semana que viene me voy a Londres. Es muy importante la formación continua”, apunta.

Además, le daba tiempo para volver dos veces al mes a Altsasu para colaborar con Milakolore, la asociación de personas con discapacidad en Sakana. “Durante cinco años disfruté siendo la coordinadora. Milakolore son mi familia”, observa, al tiempo que recuerda que fue contratada por Fundación Deporte Integra como coreógrafa, también dirigida al ámbito de la discapacidad.

Hace poco más de dos años decidió volver a Altsasu con el proyecto en mente de montar una escuela “Aunque Madrid me gusta mucho, veía que no era mi sitio. Me faltaba el contacto con la naturaleza”, observa Irantzu González. Al principio comenzó a dar clases de aerodance y danza moderna en el complejo deportivo Zelandi. “Vi que había mucho interés y me decidí a montar la escuela”, apunta.

Otro de sus proyectos que se ha hecho realidad es la formación de una compañía de danza, Dantzarima, que se presentó el pasado año en Iortia con Sustraiak, un espectáculo de danza contemporánea con pinceladas de danzas vascas, clásica y flamenco. “Había dos sesiones y se agotaron las entradas, por lo que hicimos otra función otro día”, recuerda. Asimismo, han mostrado su montaje en la cueva Mendukilo, en Astiz, con motivo de su décimo aniversario y en Etxarri Aranatz.

Si bien ya están trabajando en un nuevo espectáculo, las bailarinas de Dantzarima preparan estos días un akelarre que representarán en el carnaval rural de Altsasu, el 10 de febrero. “Nuestro último montaje, Sustraiak, trasladaba al espectador a la reconexión con nuestra naturaleza, a nuestros robles y antiguas costumbres. La comitiva del carnaval de Altsasu, nos pidió formar parte en este día tan especial y retroceder a través de la danza a los antiguos encuentros de las mujeres en la naturaleza”, apunta Irantzu González.

Irantzu González, con un grupo de alumnos en la nueva escuela de danza que lleva su nombre, la primera de Sakana.

Irantzu González, con un grupo de alumnos en la nueva escuela de danza que lleva su nombre, la primera de Sakana.

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