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Igartza vibró con sus danzas
80 dantzaris y txistularis de muy distintas edades estrenaron la Cofradía
Era la prueba de fuego, la puesta de largo de una nueva cofradía que
ligaba danza e historia, rito y tradición. Parte de la vestimenta
utilizada en este acto había sido confeccionada para la ocasión.
Unidos a través de largas espadas el potente grupo de dantzaris, de
muy distintas edades, bailaron por todos y cada uno de los edificios de
Igartza, escenificando al mismo tiempo el acto de toma de posesión de
sus edificios por parte del señor de Igartza, en base a un protocolo
documentado que se materializaba cada vez que el poderoso conjunto de
edificios cambiaba de señor.
La ezpatadantza basada en distintas melodías provenientes del grupo
de txistularis (también había ex) y con una nueva coreografía basada en
esta tradicional danza, fue el eje de la intensa e in- teresante,
actuación que fue muy aplaudida por parte de los cientos de personas
que allí se dieron cita.
Los dantzaris más pequeños bailaron, además, la ezpatadantza de San
Martín de Loinaz. El palacio, engalanado para tan im- portante ocasión,
acogió como broche final las colocación de las banderas de Igartza y de
Beasain en uno de sus balcones.
Valoraciones
Mikel Sarriegi, portavoz del grupo de dantzaris y responsable de la
puesta en escena, valoraba muy positivamente este estreno. «Hay cosas
que deben de ser mejoradas o cambiadas, pero las expectativas las hemos
cumplido con creces. Uno de los miedos era el de cómo llevar este gran
grupo de dantzari, pero al final no ha habido problemas. Este acto se
puede decir que ya es una tradición y, por supuesto, el año que viene
aquí estaremos».
Javier Arroyo indicaba que «para mí, como ex dantzari, ha sido muy
emocionante participar en este acto y como beasaindarra, por supuesto,
me siento orgulloso porla puesta en escena de esta tradición, donde y
en Igartza».
Quien irradiaba felicidad era el coordinador de la Comisión Igartza
Juantxo Agirre «ha sido un acto que dota de nuevo valor añadido a todo
el Conjunto de Igar-tza. El día de hoy, a través de esta iniciativa de
Aurtzaka, ha sido una forma de mostrar otra faceta del Conjunto de
Igartza, un abrir sus puertas a los eventos festivos del municipio, que
es un reafirmarse, como ese txoko especial kuttuna de Beasain y del
Goierri».
El patio del Palacio, que el 30 de este mes cerrará sus puertas
para someterse a un proceso de reforma durante dos años, sirvió de
marco para la comida, cuyo menú fue servido por el restaurante Dolarea,
fue: alubias, carrilleras de cerdo ibérico y brazo de gitano, elaborado
por Ivan Mate, adjudicatario del futuro hotel que se ubicará en Dolarea.
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