Entre las paredes de sus respectivas aulas, cada día formación y cultura caminan de la mano. Eso sí, ni en el Conservatorio de Danza José Uruñuela ni en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Pública de Euskadi, IDarte, son de quedarse mucho tiempo quietos en sus respectivas sedes de la plaza de las Provincias Bascongadas y Betoño. Ya el pasado curso, fotografía y baile cruzaron sus caminos gracias a los dos centros de la capital alavesa, y como las relaciones que funcionan bien es bueno mantenerlas, ambos espacios vuelven a encontrarse.
Hace una semana la visita fue a las instalaciones de IDarte. Ésta el encuentro ha sido en la sede del José Uruñuela. En ambos casos, el alumnado del segundo curso del ciclo formativo de Grado Superior de Fotografía y los estudiantes de 6º de Enseñanzas Profesionales del conservatorio han sido los protagonistas de una actividad que beneficia a las dos partes.
Para la escuela y el conservatorio supone proponer a su alumnado situarse ante un encargo laboral muy cercano a las exigencias reales del mercado. Todo ello a través de la realización de libros fotográficos de promoción tan habituales en el mundo de la interpretación a la hora de hacer audiciones y pruebas.
“Es realmente gratificante ver al alumnado de diferentes disciplinas trabajar en conjunto y llevar a cabo una jornada enriquecedora para ambas partes”, apunta Arantzazu Susunaga, jefa de estudios y responsable de actividades del conservatorio. En este mismo sentido, tras la experiencia del año pasado, Ainhoa Iza, profesora de IDarte, recuerda que aquella primera toma de contacto fue “muy gratificante”, lo que ha impulsado a mantener la apuesta.
“He disfrutado enormemente la oportunidad de colaborar con bailarines de tan alto nivel de experiencia, lo cual ha enriquecido aún más el aprendizaje y ha elevado la calidad de la práctica”, añade, por su parte, Irati Mancisidor Manso, una de las alumnas de la escuela participantes en el proyecto.