«Esta obra es un homenaje al movimiento dadaísta»

El coreógrafo eibarrés Iker Gómez es el creador del espectáculo de danza que lleva por título 'Absurdo'. Se trata, según reza el subtítulo de la obra, de «un reencuentro dadaísta de danza, música y vídeo en escena». Cinco intérpretes aclamarán sobre el escenario, y bajo la dirección del coreógrafo eibarrés, el monopolio del absurdo. Un espectáculo vanguardista, en el que los personajes intentan encontrar «el sentido de la vida». Gómez asegura tener «mucha ilusión» por venir y ofrecer su obra en Eibar, ciudad de la que se marchó hace años para buscarse la vida como bailarín para mostrar su espectáculo.

-Es una propuesta original. Se trata de un homenaje al movimiento dadaísta, una corriente que se lo cuestionaba todo: la vida, el arte, etc. Pero sin perder el sentido del humor. Con este movimiento cogió auge el teatro del absurdo. En el caso de nuestro espectáculo, es la aplicación a la danza del dadaísmo.

-¿Y cuál es el resultado de esa aplicación?

-La propia historia ya es dadaísta. Los personajes están en un espacio absurdo, no hay espacio-tiempo, y no pueden entender la vida. La búsqueda de ese entendimiento es el quiz de la cuestión. Luego, en la puesta en escena también seguimos las pautas del dadaísmo, en las que se mezclan diferentes disciplinas. En este caso, además de la danza, hay música en directo y proyecciones de vídeos. En el caso de la música, hacemos una adaptación libre del Réquiem de Mozart, dándole la vuelta a una de las obras más sublimes de la historia de la música, consiguiendo una adaptación muy provocadora, muy dadaísta. Y las imágenes escénicas de vídeo también van en consonancia con la filosofía del dadaísmo, ya que se trata de una adaptación a las nuevas tecnologías de los collages y fotos que se utilizaban en el teatro del absurdo.

-¿Resulta fácil transmitir lo que quieres mediante la coreografía y la danza?

-En este espectáculo utilizamos un código contemporáneo, pero intentamos ser generosos con el público, y que pueda entender lo que queremos transmitir. Hay una dramaturgia y una historia detrás. Puede que al principio no entiendan de qué va la obra, pero según pasan los minutos irán comprendiéndolo todo.

Un mercado muy duro

-Has estado durante años en Suiza y Alemania trabajando cómo coreógrafo, y ahora has vuelto para moverte a nivel estatal. ¿Por qué?

-Decidí probar suerte por aquí. La verdad que el mercado de la danza está muy duro, pero si te lo propones y tienes suerte, al final sales. Pero cuesta una barbaridad, vivir como coreógrafo está muy difícil. Tienes que crear trabajos de autor, como en el caso de 'Absurdo', porque no hay compañías que demanden coreógrafos. Últimamente parece que se está apoyando más la danza por parte de las instituciones, y se están organizando más festivales favoreciendo las artes escénicas, pero todavía, es más fácil buscarse la vida con una profesión como la mía en otros países europeos que en España.

-Ahora regresas a tu ciudad natal, a Eibar, ¿te hace ilusión traer tu espectáculo aquí?

-Sí, muchísima. Dí mis primeros pasos en la danza en Eibar, y tengo un montón de memorias y sensaciones registradas en mi cerebro sobre mi ciudad natal. Tengo muchas ganas e ilusión de ofrecer mi trabajo a la gente, y de que les guste. Además, en esta ocasión me verán en el escenario, porque si en un principio sólo era el director y coreógrafo, ahora también tengo que bailar, puesto que he tenido que sustituir a uno de los bailarines que ha dejado el espectáculo.