«Desde pequeña había soñado con esto, pero ha llegado antes de lo que esperaba»

Itziar Mendizabal, solista del Ballet de Leipzig. La bailarina hondarribitarra triunfa en Alemania

- Desde hace un año, es bailarina solista del Ballet de Leipzig. ¿Cómo se lleva un trabajo de esa responsabilidad siendo tan joven?

- Estoy encantada, porque estoy bailando mucho, que es lo que me me gusta. Ingresar en el Ballet de Leipzig ha supuesto un salto importante en mi carrera. Es una compañía con un nivel muy bueno, una base clásica muy fuerte. He tenido la oportunidad de hacer La fierecilla domada y en diciembre estrenamos El lago de los cisnes. Desde pequeñita había soñado con hacer algo así y ha llegado antes de lo que yo esperaba. Por eso, no sé no cómo explicar lo contenta que estoy. He encontrado un sitio en el que tengo un buen ambiente de trabajo, donde siempre encuentro una sonrisa en esta profesión en la que muchas veces estamos tan solos. Por eso, ahora, lo que voy a hacer es disfrutar lo que me está pasando y seguir trabajando, porque me queda mucho por aprender.

- ¿Tendremos ocasión de verla pronto por aquí?

- Desgraciadamente no en Gipuzkoa. A primeros de febrero, tenemos una gira por España. El día 2 vamos al Teatro Jovellanos de Gijón, el 3 al Principal de Vitoria y el 4 al Bretón de Logroño. Me encantaría poder ir a casa, pero no me van a dejar, porque vamos con el tiempo muy justo.

- Después de debutar como bailarina profesional en la compañía de Víctor Ullate, estuvo tres años en Zurich y ahora lleva un año viviendo en Leipzig. ¿Están condenados los bailarines a moverse o cambian de país por voluntad propia?

- Las dos cosas. Por un lado, tienes que salir fuera para aprender, trabajar con distintos coreógrafos, buscar tu línea, un estilo de compañía que te guste. Hay una especie de búsqueda personal para encontrar tu propio sitio. Por otro lado, te ves obligada a salir. Hay muy pocas compañías de ballet en nuestro entorno, así que es muy difícil bailar. En Alemania, cada ciudad grande o mediana tiene su propia compañía de ballet con su teatro. Nos queda mucho camino por recorrer. Víctor Ullate, con todo lo que ha y luchado, nunca ha podido tener un teatro.

- El Ballet de Leipzig tiene un repertorio de coreografías clásicas y neoclásicas ¿Qué estilo prefiere?

- Me gustan los dos, aunque el clásico es el más exigente, el más puro y lo tienes hacer cuando eres joven. El neoclásico te da otra sensación, otra libertad.

-Nadie llega a ser solista sin una enorme capacidad de sacrificio y de renuncia. ¿Cómo es su vida en Alemania? ¿Qué horarios tiene?

- Los solistas ensayamos de lunes a sábado, de diez de la mañana a seis de la tarde, con una parada para comer y descansamos los domingos que no tenemos función. Pero el trabajo no te molesta si te gusta. Y a mí, lo que me gusta es bailar. Por lo demás, Leipzig es una ciudad universitaria, llena de jóvenes y con mucha vida.

-¿Se defiende ya en alemán?

- Lo chapurreo, pero el idioma que utilizamos es el inglés, porque en el ballet hay 40 bailarines de 20 países distintos. Es una compañía multicultural. El domingo pasado celebramos el Año Nuevo con los cristianos ortodoxos.

-¿Qué es lo que más añora?

- La familia y los amigos. Echo de menos lo que es estar con los tuyos y sentirte en casa. Echo de menos ir a comprar el periódico y que la librera te conozca y te pregunte cómo estás. Y también echo de menos la comida.

LOS DATOS
Nació en Hondarribia hace 25 años.
Estudió con Elvira Ubierna y Víctor Ullate. Ha sido solista de la compañía de su maestro e integrante del Ballet de Zurich. En la actualidad, es bailarina solista en el Ballet de Leipzig.
Próximas actuaciones: Teatro Principal de Vitoria, día 3, a las 20.30 horas