«Gracias a Kezka llega la fiesta a los caseríos»

Primeramente, partieron desde la iglesia San Andrés, en silencio, mostrando su malestar por las repercusiones que estaba originando el vertedero derrumbado. Después, en el ámbito rural celebraron la fiesta manteniendo la tradición.

Y, es que con la trikitixa, unos trajes, y ganas de bailar se puede montar una buena, tal como ocurrió en el ámbito rural, pero no así en las calles de Eibar, en el que se suspendió la salida. Medio centenar de dantzaris tomaron parte en este alarde festivo. Desde el valle de Gorosta comentaba un baserritarra «es de agradecer al grupo Kezka que se acuerden de nosotros y vengan un año tras año. Me gusta el ambiente que ponen con las danzas y disfraces», señalaba.

Este mismo vecino añadía que «igualmente, hay que destacar el buen humor de los personajes que nos traen la fiesta. De verdad que gusta el detalle que alguien se acuerde del mundo baserritarra, en afán festivo. Sólo contamos como fiestas las de Arrate y las de la Cofradía. Además, son muchos los caseríos que recorren».

El Carnaval de Koko-dantzak fue puesto en marcha en 2008 por el grupo de danzas Kezka, basándose en la tradicional forma de celebrar los carnavales, y todos los personajes que participan en la comparsa son inspirados en viejos arquetipos, aunque con características propias de Eibar. Los dantzaris bailan con palos, y alrededor de ellos se giran y gritan los fantasmas y demás protagonistas.

Los componentes de Kezka indican que «en Eibar hay más de cien caseríos y veíamos difícil visitar todos en un año. Así, que cada año hemos ido construyendo un entorno festivo diferente, en un año hicimos treinta caseríos y en otro veinte, y este año también habremos pasado por otros veinte. Con ellos, en estos cuatro años, completaremos toda la vuelta».

En el propio cartel de los carnavales eibarreses de este año, aparecen los dantzaris que representan a los personajes que se entroncan en el espíritu de los antiguos carnavales europeos: los engañadores, los gorgojos, los zorros, el oso, Petra y María, Don Eusebio, Kattalin y Manuela, Batista kojua, la Virgen de Arrate, Martín el herrador. Todos ellos pudieron verse recorriendo los caminos y bosques rurales.

Koko-dantzak no recorrió las calles de Eibar, por la tarde, en solidaridad con la manifestación que partía de Eibar hasta Eizaga, para solicitar el esclarecimiento de los hechos que han conducido al derrumbe del vertedero de Zaldibar. Únicamente, fueron los baserritarras y eibarreses que se encontraban en los barrios rurales de Gorosta y Arrate Balle los que pudieron disfrutar de este vestigio antiguo del Carnaval, gracias a los estrafalarios personajes que llevan la magia y el simbolismo de esta fiesta.

Primeramente, partieron desde la iglesia San Andrés, en silencio, mostrando su malestar por las repercusiones que estaba originando el vertedero derrumbado. Después, en el ámbito rural celebraron la fiesta manteniendo la tradición.

Y, es que con la trikitixa, unos trajes, y ganas de bailar se puede montar una buena, tal como ocurrió en el ámbito rural, pero no así en las calles de Eibar, en el que se suspendió la salida. Medio centenar de dantzaris tomaron parte en este alarde festivo. Desde el valle de Gorosta comentaba un baserritarra «es de agradecer al grupo Kezka que se acuerden de nosotros y vengan un año tras año. Me gusta el ambiente que ponen con las danzas y disfraces», señalaba.

Este mismo vecino añadía que «igualmente, hay que destacar el buen humor de los personajes que nos traen la fiesta. De verdad que gusta el detalle que alguien se acuerde del mundo baserritarra, en afán festivo. Sólo contamos como fiestas las de Arrate y las de la Cofradía. Además, son muchos los caseríos que recorren».

El Carnaval de Koko-dantzak fue puesto en marcha en 2008 por el grupo de danzas Kezka, basándose en la tradicional forma de celebrar los carnavales, y todos los personajes que participan en la comparsa son inspirados en viejos arquetipos, aunque con características propias de Eibar. Los dantzaris bailan con palos, y alrededor de ellos se giran y gritan los fantasmas y demás protagonistas.

Los componentes de Kezka indican que «en Eibar hay más de cien caseríos y veíamos difícil visitar todos en un año. Así, que cada año hemos ido construyendo un entorno festivo diferente, en un año hicimos treinta caseríos y en otro veinte, y este año también habremos pasado por otros veinte. Con ellos, en estos cuatro años, completaremos toda la vuelta».

En el propio cartel de los carnavales eibarreses de este año, aparecen los dantzaris que representan a los personajes que se entroncan en el espíritu de los antiguos carnavales europeos: los engañadores, los gorgojos, los zorros, el oso, Petra y María, Don Eusebio, Kattalin y Manuela, Batista kojua, la Virgen de Arrate, Martín el herrador. Todos ellos pudieron verse recorriendo los caminos y bosques rurales.