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Gala Nieto: «Nunca se habla de danza clásica y ballet»

La joven ordiziarra imparte clases de ballet en la Ikastola Jakintza y en la Escuela Urdaneta

Komunikabidea
Diario Vasco
Tokia
Ordizia
Mota
Erreportajea
Data
2002/10/06

Para ello contactaron con Gala Nieto, una ordiziarra que desde hace mucho tiempo se dedica a esta difícil disciplina, haciendo lo que al principio era un hobby su modus vivendi.

Gala no es de esas chicas que desde muy pequeña tenían claro que su futuro estaría unido a la danza. «La verdad es que me fui insertando en este mundo un poco de casualidad, indica, de rebote; ya que una amiga mía había empezado a aprender ballet y nos contaba lo que hacía e incluso nos daba clases, despertando, así, mi interés. De este modo empecé mis primeras clases en Beasain con Conchi, y poquito a poco me fue gustando».

Gala se estaba adentrando cada vez más en esta disciplina y sus ganas de aprender la llevaron al Conservatorio de Donostia, donde tras una dura audición fue admitida. «Al principio intenté compaginarlo con mis estudios pero me fue imposible, relata, y cuando estaba cursando segundo de BUP decidí dedicarme de lleno a la danza, sin dejar de lado del todo los estudios ya que me apunté al instituto a distancia».

Una vez concluído el período de formación en San Sebastián hizo un par de audiciones en Francia y Suiza. «Al ser las becas tan escasas, explica Gala Nieto, resulta casi inaccesible ir a estudiar a estos paises. De este modo se trasladó hasta Bilbao donde estuvo estudiando durante tres años. De ahí se encaminó a Madrid, pero la experiencia no le gustó y decidió volver . Así concluyó sus estudios en el conservatorio y se puso a trabajar.

En la actualidad Gala Nieto imparte clases en la Ikastola Jakintza y Colegio Urdaneta, así como en Beasain. «Al principio empecé a impartir clases en Beasain, explica, y el padre de una niña ordiziarra que quería aprender ballet contacto conmigo me propuso dar clases en Jakintza, y así comencé. Después este año también estoy enseñando en el colegio Urdaneta».

En este sentido apunta que la experiencia ha sido muy positiva hasta el momento. «Las niñas, voy a decir niñas porque constituyen la mayoría del grupo, puesto que todavía en esta sociedad está mal visto que los niños hagan ballet, ya les ponen una etiqueta, por eso los niños que vienen aquí tienen que tener las ideas muy claras. Y en ese sentido creo que deberíamos dar un paso adelante y dejar los de lado los prejuicios y los estereotipos».

Por lo general apunta que sus alumnos se sienten contentos y que les gusta lo que hacen, en este sentido la ordiziarra añade que antes de que empezará a impartir clases había niñas que habían acudido hasta Tolosa para encontrar un centro donde les enseñaran ballet. «Intento que las clases sean divertidas, prosigue, preparamos juegos, pero hay que tener en cuenta que el ballet requiere mucha disciplina».

Beneficios del ballet

Gala Nieto apunta que son innumerables los beneficios de la práctica del ballet. «Por ejemplo es bueno para superar el miedo escénico y la timidez, para adquirir expresividad, elasticidad, disciplina, para la coordinación, e incluso para adquirir posturas a la hora de caminar», explica la profesora de danza.

A pesar de todos estos beneficios Gala añade que hoy en día en la sociedad en la que vivimos el ballet y la danza clásica son unas disciplinas desconocidas. «En los medios de comunicación a penas se habla del ballet, indica, y al fin y al cabo son los medios los que ayudan a difundir la existencia de las artes. A tal punto llega el desconocimiento en nuestro entorno que seguro que muy pocas personas sabrán en Ordizia, que en el Cover Garden de Londres hay una bailarina ordiziarra, concretamente Mónica Zamora. Bien es cierto que se fue de Ordizia a muy temprana edad, pero siempre que le preguntan de dónde es ella responde que es ordiziarra».

En este contexto, Gala añade que la predisposición de las instituciones es nula, bien a nivel provincial como local. «Hoy en día una persona que quiera dedicarse de lleno a la danza clásica no cuenta con un centro en el País Vasco, donde pueda compaginarlo con sus estudios, por ello a los 16 años se tiene que trasladar fuera de la provincia, y para ello no hay muchas becas. Así, aunque haya jóvenes con disponibilidad, se echan para atrás».

La ordiziarra es miembro de la directiva de los Profesionales de danza de Gipuzkoa, en la que tratan de conseguir ayudas de la Diputación y el Gobierno Vasco. «Lo mínimo que pedimos es un conservatorio de enseñanza reglada, para que se puedan compaginar la danza y los estudios».

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