Dokumentuaren akzioak
Folclore y religión se funden en la procesión del Corpus
Alrededor de 200 personas participan en esta tradición que viene manteniéndose desde el siglo XVI. El proceso de vestir a San Miguel dura 45 minutos
La popular procesión del Corpus, en la que intervienen
alrededor de 200 personas, volverá a atraer hasta Oñati a multitud de
curiosos, turistas y religiosos, para presenciar una tradición que
viene manteniéndose desde mediados del siglo XVI, no sin ciertas
dificultades.
Folclore y religión desfilarán hoy de la mano, por las
calles engalanadas de la villa, con juncos. Según explicó el miembro de
la cofradía, Jesús Irizar, «antiguamente los baserritarras repartían la
leche de vaca por las casas, y estos eran los que en este día traían
los juncos, para que cada uno los esparciera en la entrada de su
vivienda. Ahora es la brigada municipal la que se encarga de cortarlos,
y con un remolque los va esparciendo por las calles por donde pasa la
procesión, es decir, desde la parroquia, por Aita Madina, Kale Zaharra,
Kale Barria, Atzeko Kale y la plaza».
La jornada arranca con la llegada de las imágenes a la
parroquia. «En la procesión intervienen 14 santos, que se encuentran
recogidos en distintos sitios. En casas particulares, como la Casa
Galarza, y Gomendio, también en el monasterio de Bidaurreta, en el
Ayuntamiento, en las distintas ermitas del municipio, y también en la
parroquia», explica Edurne Gorostidi, desde la oficina de turismo.
Traslado de imágenes
En torno a las 10.00 horas, los miembros de las
cofradías religiosas se reúnen, normalmente en grupos de cuatro, para
trasladar las distintas imágenes, acompañados de dantzaris, hasta la
parroquia.
Los últimos en acceder al templo, son las imágenes de San Miguel con el niño Jesús de Praga, y la Corporación municipal.
Mientras en la parroquia se oficia la misa, que dará
comienzo a las 11.00 horas, los santos encarnando a los doce apóstoles,
y a los personajes de San Miguel y Cristo, iniciarán el ritual de la
vestimenta en Santa Ana. «Durante tres décadas ha sido Errasti, quien
ha encarnado la figura de San Miguel, pero hace seis años se decidió
que cada tres años se fuera rotando. Así, tomó el relevo Fernando, y
ahora es Juan Antonio Agiriano, quien hace las veces de San Miguel.
Este es su tercer año», indica Gorostidi.
El proceso de vestir a San Miguel es una ardua tarea que
lleva unos 45 minutos y requiere la ayuda de varias personas que vienen
realizando este acto desde hace años. Ropa interior blanca, rodilleras,
faldón blanco con 'gerriko' rojo, guantes, peluca de pelo natural,
casco, una máscara con una pequeña rendija en los ojos, que sólo
permite ver de frente, y otra en la boca, alas, y una armadura.
30 kilos de peso
«Hay que tener en cuenta que este personaje lleva una
armadura que pesa 30 kilos, con lo que cualquiera tampoco puede
desempeñar este papel. Tiene que ser una persona con una determinada
altura, y con unas condiciones físicas que le permitan aguantar el peso
de la vestimenta, el calor... Esta persona se tiene que sentir cómoda,
y tiene que poder ponerse de rodillas, levantarse, y por supuesto
conocer los pasos», indica Gorostidi.
En lo que a los apóstoles se refiere, su vestimenta es
bastante más sencilla. Una túnica blanca, sandalias, una capa rosa,
-salvo la de Cristo, que es granate-, guantes, máscaras, y pelucas
también de pelo natural; éstos sostienen en una mano el símbolo que
representa a cada apostol y en la otra, una vela.
Todos estos ropajes una vez concluida la procesión son
lavados con sumo mimo y esmero por las monjas de Santa Ana, donde se
guardan cuidadosamente hasta el próximo año.
Dokumentuaren akzioak