Cientos de elgoibartarras se dieron cita en el frontón de la Ikastola la noche del 23 de julio de 1987 para asistir al I Festival Internacional de Folklore de Elgoibar. Compañías de la extinta Yugoslavia y Puerto Rico acompañaron al grupo de danzas Haritz EDT en un cita que se saldó con un clamoroso éxito. Entre los dantzaris que interpretaron el Carnaval de Luzaide y Larrain Dantza con el que Haritz EDT se sumó al festival estaba Jon Lizarralde, un joven elgoibartarra nacido en 1960 que se había incorporado al grupo seis años antes. Aquella primera actuación marcó el inicio de una andadura que le ha llevado a participar en todas y cada una de las ediciones del Festival Internacional de Folklore que se han celebrado hasta la fecha. Se trata de un récord que este año va a llegar a su final ya que, como le pasa a todo el mundo, a Jon Lizarralde también le ha llegado el momento de decir adiós a su trayectoria como dantzari, después de 43 años. “Este año me va a tocar ver el festival desde abajo, algo que no había podido hacer en los cerca de 40 años que tiene el festival”, señaló el veterano dantzari elgoibartarra.

El adiós como dantzari se ha acompañado también de su despedida como profesor de danzas vascas, una labor que ha desempeñado también durante casi cuatro décadas. Perfeccionista hasta el extremo y cuidadoso del detalle, por sus manos han pasado decenas y decenas de dantzaris, incluidos los que han estado tomando parte en los campeonatos de aurresku. Lizarralde ha aleccionado y corregido a todos ellos a lo largo de miles de horas de ensayos a los que ha acudido sin falta durante todos estos años, pese a los problemas pulmonares que arrastra y los achaques físicos en forma de artrosis en la rodilla que le persiguen después de toda una vida bailando. Con estas premisas no parece sencillo imaginarle mano sobre mano y, de hecho, no lo va a estar. “Ya he comentado en la Escuela de Música y Danza Inazio Bereziartua que estoy dispuesto a ayudar en todo lo que haga falta. Son muchos años de experiencia los que he ido acumulando en todo este tiempo y estoy dispuesto a aportar todo lo que esté en mi mano. Les he hecho el mismo planteamiento a los miembros de Haritz EDT y saben que pueden contar conmigo para lo que haga falta. Ya estoy colaborando en algunos temas y el día del festival, por ejemplo, me quedaré vigilando el escenario de Maala mientras ellos cenan antes de la actuación”, manifestó Lizarralde.

Todos estos años de labor callada, en la que se incluye su destacada participación como dantzari en la Soka-dantza del día de San Bartolomé en 38 ocasiones, han tenido su reflejo en un aluvión de homenajes de los que han sido sus alumnos y compañeros una vez que hizo público el anuncio de que le había llegado el momento de parar. Todos ellos han sido especialmente emotivos para Lizarralde, pero si hay un hecho que tiene un significado muy especial para él fue la elección de su imagen para dar forma al gigante que la comparsa de gigantes y cabezudos de Elgoibar incorporó a su plantel de personajes para conmemorar el 50º aniversario de Haritz EDT, junto a la de otra dantzari de referencia, Arantza Aginako,

24 de julio

Euskadi, Brasil y Kazajistán

Un crisol cultural

El parque de Maala volverá a ser un crisol de culturas la noche del 24 de julio a partir de las 22.00. Haritz EDT compartirá escenario con dos compañías de danza llegadas de lugares del mundo diametralmente opuestos. Por un lado tenemos a Bale da Cultura Negra do Recife, una compañía radicada en la ciudad brasileña de Pernambuco que ofrecerá a los espectadores un espectáculo multicultural fruto de la mezcla de razas y orígenes de los pobladores de Brasil. Otro de los protagonistas de la noche será el Conjunto Folklórico Naz, que llega desde Kazajistán para interpretar bailes inspirados en un tradición marcada por los grandes espacios de Asia Central y Europa Oriental sobre el que se asienta este inmenso país.

Haritz EDT interpretará en la primera parte de su actuación piezas de la cuadrilla de Laguardia (Guardiako paseoa, Iekorako Bertzijanako Amabirjinaren kate-dantza y Eltziegoko Cuatro calles). La segunda parte de su intervención trasladará a los espectadores a Lapurdi al ritmo de las piezas que Haritz EDT aprendió de la mano de Betti Betelu: Dantzaluze; Xinple; Marmutx; Lapurdiko makil-dantza; Gabota; Bizar-dantza; y Fandangoa.