Edukira salto egin | Salto egin nabigazioara

Tresna pertsonalak
Hemen zaude: Hasiera Hemeroteka Farruquito: "Soy un purista del flamenco"

Dokumentuaren akzioak

Farruquito: "Soy un purista del flamenco"

Llega al Arriaga con "Abolengo"

El bailaor sevillano Farruquito estrena hoy su nuevo espectáculo, 'Abolengo', en el Teatro Arriaga. La función pretende ser "un homenaje" a sus mayores, quienes le inculcaron el amor por el baile
Egilea
Ane Araluzea
Komunikabidea
Deia
Tokia
Bilbao
Mota
Albistea
Data
2013/01/24
Lotura
Deia

Heredero de una de las estirpes más ilustres del baile gitano, Farruquito asegura ser fiel a su tradición, a su profesión y, sobre todo, a su público. "Soy un purista del flamenco", manifiesta el sevillano, profundamente preocupado por los derroteros que el baile está tomando en los últimos tiempos. "Por mi historia y mi familia, me da coraje que llamen flamenco a cualquier cosa, eso es faltarle al respeto", declara el artista, contrariado por el abuso que se hace de la palabra "flamenco" para describir "todo tipo de bailes contemporáneos". Ante esa afrenta, el bailaor asegura que su única forma para manifestarse y defenderse es "simplemente bailar" con el fin de mostrar que "haciendo exclusivamente flamenco se puede ser un buen artista y crear un buen espectáculo".

Con ese propósito, Farruquito vuelve una vez más al escenario del Teatro Arriaga para presentar su nuevo espectáculo, Abolengo, que se estrena hoy y podrá verse hasta el sábado, y en el que bailará acompañado de la mexicana Karime Amaya, nieta de Carmen Amaya. En calidad de herederos de los principales linajes del baile flamenco, ambos artistas pretenden homenajear a sus ascendientes y, de esa forma, mostrar el poder de los Farruco y los Amaya. El espectáculo cuenta, además, con la colaboración de Antonio Canales en el montaje de la coreografía y un acople musical hecho a medida: voz, guitarra, violín y percusión.

Para llevar a cabo la ardua tarea de honrar a las figuras más destacadas del flamenco, Farruquito admite que ha pensado mucho en el legado que ha recibido: "No hay herencia más bonita que la de unas vivencias de un arte, eso es mucho más que algo material". Son muchos los recuerdos que atesora del portentoso bailaor Farruco, su abuelo, un hombre "cariñoso pero severo", con paciencia para inculcar su sensibilidad hacia el flamenco y transmitir las duras experiencias que le tocó vivir. "Más que enseñarme a bailar me enseñó a querer el baile", apostilla el joven bailaor, hijo de Farruquita y del cantaor El Moreno. Con semejante genealogía no resulta extraño que el sevillano asegure "llevar el flamenco en la sangre".

Amparado en la importancia que concede al compromiso de perpetuar la tradición, Farruquito se muestra inflexible hacia aquellos que se han querido subir al "carro de la oportunidad" desvirtuando el flamenco de raíz. "Una persona que defiende ser flamenco y no le da importancia a sus orígenes, no creo que lo sea de corazón y alma", afirma el bailaor, quien habla con reflexiva nostalgia sobre sus comienzos, cuando podía admirar en directo a sus mayores aún en activo.

presente futuro Pocos son los que conocen a Farruquito como Juan Manuel Fernández Montoya, aquel niño que debutó con apenas 4 años en Broadway y que, ahora, a sus 30 años, confiesa ser todavía un "recién nacido" en el arte del flamenco. En esa introspección, revive con melancolía aquellas actuaciones en Nueva York junto a los "grandes maestros". "En ese momento solamente existía el arte, la verdad, la pureza... el flamenco", observa el bailaor mientras asegura que, hoy en día, además de una crisis económica, "hay una crisis en lo emocional, por la fe de las cosas en el propio disfrute".

Pese a su férrea defensa del flamenco en estado puro, el bailaor no se opone a la fusión como "un lenguaje comunicativo entre danzas y músicas", aunque asegura que nunca se aventuraría a "bailar otra cosa que no sea lo que creo que sé hacer por respeto a la danza". Y, de momento, tampoco le hace falta. Inmersos por completo en la gira de Abolengo -con la que recorrerán países como Brasil, Venezuela, Argentina o Estados Unidos-, la compañía de Farruquito tiene varios proyectos entre manos. Actualmente tienen ideados dos espectáculos y están a punto de finalizar dos trabajos audiovisuales: un documental sobre la vida artística de los Farruco y un DVD sobre dos espectáculos en directo.

Alejado temporalmente de los tablaos debido al atropello mortal de Benjamín Olalla y su posterior ingreso en prisión, el bailaor asegura que nunca se ha retirado de los escenarios porque "el baile ha caminado en mí todos los segundos de mi vida". Farruquito se declara afortunado por continuar trabajando "tal y como están las cosas". Sin embargo, tiene claro que su encomienda no tiene sentido si no es para ahondar en "el flamenco como una filosofía de vida, en la que siempre se puede aprender a descubrir una forma diferente de vivir". Es decir, continuar aprendiendo para, algún día, alcanzar la madurez por la que se distinguió su abuelo.

Farruquito, durante su función del viernes en Barañáin.

Farruquito, durante una función (PATXI CASCANTE)

Dokumentuaren akzioak