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'Ezpatadantza' a 35 grados en Leitza

El baile del día grande regresó después de tres años y las cuidadoras en la pandemia recibieron el agradecimiento público
Egilea
Pilar Fernández Larrea
Komunikabidea
Diario de Navarra
Tokia
Leitza
Mota
Albistea
Data
2022/08/12
Lotura
Diario de Navarra

La 'Ezpatadantza' regresó a la plaza de Leitza un 11 de agosto después de tres años.

Cuatro mujeres y cuatro hombres en el centro de una plaza enmarcada en gradas de piedra caliza. Miles de ojos sobre ellos, protagonistas de una danza que cada 11 de agosto dibuja un retazo de historia. Leitza retomó el jueves la ‘Ezpatadantza’, el baile que llegó del duranguesado y palpita corazones el día de San Tiburcio.
Los dantzaris de Aurrera exprimieron horas de ensayo durante las semanas previas. Son muchos, pero la ‘Ezpatadantza’ es un baile de ocho. El veterano el jueves, Miguel Olano Zabaleta, 33 años; las más jóvenes y debutantes, María Sagastibeltza Zabaleta y Uxue Sánchez Lizarraga, 17 y 18 años. Con ellos, Garazi Erbiti Goienetxe, Alaitz Oiartzun Ugartemendia, Andoni Amadoz Azpiroz, Ander Alduntzin Ibáñez y Asier Barriola Zozaia.
La primera noche de fiesta fue larga y especialmente cálida en Leitza. A mediodía, 35 grados y viento del sur. Los dantzaris soportaron estoicos el envite del clima, concentrados en la danza y con el arrullo de las voces de aliento de sus paisanos.
En primera fila, la corporación, acompañada por trabajadoras del centro de salud y del servicio social de base, como agradecimiento público a sus cuidados durante la pandemia. En representación de todas ellas, Josune Uranga y Maxus Ariztimuño.
Antes de la Ezpatadantza se sirvió en los porches del Ayuntamiento un almuerzo popular y a la misma hora se celebró la misa, presidida por Inaxio Azkoaga, en la iglesia de San Miguel. Concelebraron Martín Azpiroz, sacerdote natural de la localidad; Jesús Sotil, Santiago Garísoain y Pedro Luis Calvo. Este último, ordenado cura en junio, estuvo dos años destinado en Leitza como diácono.
Cantó la coral Jeiki, dirigida por Nekane Piñuela y Paula Arburua. En el repertorio, entre otras obras, ‘Cantate domino’ de Haendel; ‘Benedicat vobis’ de Haendel; ‘Heilig, ist de Herr’, de Schubert; ‘Aita Gurea’ de Madina, ‘Ave Maris Stella’ de Aita Donosti y ‘Tollite Hostias’, de Camille Saint-Saëns. Durante la consagración, txistularis interpretaron ‘Agur Jaunak’.
Por la mañana, en la suelta de vaquillas tras el primer encierro, un joven resultó cogido y precisó traslado en ambulancia. A falta de transporte sanitario, se suspendió el festejo.
Las fiestas continúan hasta el lunes y los dantzaris del Aurrera ofrecerán esta tarde, a las 19 horas, una exhibición del folclore tradicional. Otra de las citas que llena las gradas de piedra.
Un dantzari alza la pierna en uno de los pasos del baile.

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