Éxito apoteósico de Igor Yebra en el teatro del Kremlin con el ballet 'Iván el Terrible'

El gran coreógrafo Yuri Grigoróvich alaba el trabajo del bailarín bilbaíno y anuncia que continuará contando con él para futuros proyectos

El bailarín español interpretó ayer por primera vez el papel de Iván el Terrible en el ballet del mismo tíyulo creado por el coreógrafo Yuri Grigoróvich con música de Serguéi Prokófiev. Era el primer bailarín no ruso que hacía de Iván en el Kremlin. «Admirable, es un bailarín lírico pero con fuerza al mismo tiempo y mucha inteligencia. Es un artista con un gran futuro por delante», sentenció Grigoróvich en sus primeras palabras tras el final del espectáculo. Su esposa, la ex-bailarina Natalia Bessmertnova, de quien partió la idea de traer a Yebra a Moscú para hacer Iván el Terrible, subrayó que la «gesta» del artista bilbaíno es doble: «Ha conseguido meterse en la piel de un personaje tan ruso como el zar Iván IV, comprendiendo la naturaleza despótica de su poder, y preparar un ballet tan complicado en tan sólo tres semanas».



«Una cosa así sólo puede suceder una vez en la vida aunque yo espero que se repita. Mi sueño se ha cumplido», dijo pletórico de satisfacción Igor Yebra a los periodistas. «Dadas las circunstancias, las cosas no han podido salir mejor, lo único que pido ahora es continuar trabajando lo más cerca posible de Grigoróvich», añadió el bailarín español. El genial coreógrafo ruso se hizo enseguida eco de los deseos de Yebra y aseguró: «Pienso en él para el futuro, tengo grandes planes para Igor pero no los pienso desvelar todavía».



Yebra, que se introdujo en el mundo de la danza viendo vídeos de ballets de Grigoróvich, siempre ha manifestado abiertamente su admiración por el gran coreógrafo y por la cultura rusa. Tanto Grigoróvich como Bessmertnova vieron ayer por primera vez bailar a Yebra en directo. Hasta ese momento lo habían hecho sólo a través de grabaciones. Ambos estaban ayer casi más nerviosos que el bilbaíno cuando comenzó la función. Era enorme la apuesta hecha en favor del artista español y no podían verse defraudados porque hay multitud de bailarines rusos de calidad que hubieran querido para sí el papel principal de un ballet tan emblemático y nacional como 'Iván el Terrible'.



«Ahora, uno español»



Como explicaba ayer Grigoróvich, éste es un ballet épico y grandioso pero también lírico y muy entroncado en la tradición rusa y ha llegado a ser una de sus obras más clásicas. El hecho de que el personaje central del ballet se haya confiado por vez primera a un extranjero creó cierto revuelo en el mundillo del ballet ruso pero al final, decía ayer Natalia Balajnichova -la pareja de Yebra en el ballet, interpretando el papel de la esposa del zar Anastasía Románova- «Igor ha encarnado a Iván el Terrible más que dignamente para no ser ruso». «Ya tenemos otro Iván más en la familia, ahora español», dijo Grigoróvich junto a ella. Balajnichova dijo estar muy sorprendida por la energía derrochada por el artista vasco: «Casi nadie es capaz de hacer lo que ha hecho es tan poco tiempo».



Él, aunque no lo parecía, hubo de reconocer al final que se sentía extenuado.