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Euskal Herria bailó en Irun
El Dantzari Eguna reunió ayer a medio centenar de grupos de danza en el Stadium Gal
Los
txistus y tamboriles comenzaron a marcar los primeros compases a las
doce del mediodía, después de que los grupos hubiesen desfilado por el
centro de Irun de camino al campo de fútbol, donde ofrecieron un
espectáculo plagado de gran colorido. Los dantzaris fueron saliendo al
césped por grupos para interpretar, ante la multitud de personas que
ocupaba las gradas, los bailes más diversos de la tradición vasca:
zortziko, fandango, ezpatadantza, agurra....
Tras dos horas de exhibición, la Federación de Grupos de
Danzas Vascas rindió homenaje a la Asociación de Txistularis de Euskal
Herria por «la labor que ha realizado por conservar, recuperar y
difundir la música y la danza tradicional vasca». Hizo, asimismo,
extensible el agradecimiento a «los muchos txistularis que han dedicado
gran parte de su vida a interpretar melodías populares para ser
bailadas en las plazas de los pueblos».
Al finalizar el homenaje, todos los grupos participantes
en el Euskal Herriko Dantzari Eguna se unieron para interpretar
conjuntamente un fandango y un arin-arin. El público fue invitado a
bailar y varias personas saltaron al césped para interpretar estas
danzas, que cerraron el festival.
Feria y romería
Pero la exhibición de danza no fue el único evento de la
jornada. La plaza de Urdanibia acogió una Feria de Folclore, en la que
se pudo encontrar todo tipo de material realizado por artesanos. Arcos,
txalapartas, calcetines de lana, alpargatas, vestuario tradicional, así
como diversas publicaciones completaron este mercadillo.
La cita anual de los dantzaris, que el año que viene se
trasladará a Navarra, se clausuró por la tarde con una romería
amenizada por los trikitilaris Imuntzo y Beloki.
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