Estilo de vida, estilo hip hop

EIDER | Bailarina

«Con el hip hop hay que renovarse cada día»

Es hondarribitarra pero reside en Usurbil. A sus 24 años ha tenido que pelear duro para llegar a donde está. Dirige una escuela de danza en Irun, Skolamusik y aún así le queda tiempo para prepararse sus propias coreografías. En mayo participó en el Campeonato nacional europeo de hip hop celebrado en Cornellá, Barcelona, consiguiendo clasificarse en la tercera posición, siendo asimismo la primera competidora nacional en conseguir semejante hazaña.

«Cuando era pequeña practicaba la gimnasia rítmica. Poco a poco fui conociendo nuevos estilos: el ballet, el jazz, y más tarde, con 19, comencé a bailar ya hip hop de manera oficial. Cada vez me iba gustando más. Dejé la carrera porque el baile era lo único que me motivaba, que llenaba mi vida. Me preparé y conseguí sacarme títulos de

JOXE MARI DE SAMU CREW | Breakers

«No somos vándalos, es una forma de vida»

Siguiendo con los rostros televisivos, el grupo de breakdance Samu Crew se ha hecho muy popular en la escena nacional. Concursantes del programa televisivo

«Cuando era pequeño siempre me quedaba ensimismado mirando a los deportistas que salían por televisión realizando ejercicios de extrema dificultad, sobre todo los que incluían los mortales hacia atrás. Pero no pasaba de eso, de ser una curiosidad. Un amigo inglés que llegó a mi pueblo de La Rioja practicaba el break, yo no sabía ni lo que era eso. Me gustó tanto que empecé a buscar a gente de la zona que lo practicara. Acompañado por mi hermano, fuimos al Gazteleku Martindozenea, donde unos chavales de Irun impartían unos talleres. Poco a poco empezamos a entrenar, se convirtió en una rutina y, desde entonces, ya no hemos podido parar. El concurso ha supuesto un gran empujón para seguir apostando por esta modalidad de baile», explica el joven. Lo visual de sus puestas en escena ha atraído cada vez a más público que, deseosos de aprender la técnica, visitan a estos jóvenes que, repartidos por Tolosa, Errenteria, Bidebieta e Irun, muestran su talento. «Queremos animar a las chicas, que todavía hay pocas y hay que dejar claro que no se trata sólo de una modalidad masculina», advierte. A pesar de la dificultad de la técnica Joxe Mari quiere dejar claro que «al final es algo que puede hacer todo el mundo». «Hay trucos, posturas, movimientos,. por lo que sino se te da bien algún paso siempre podrás aferrarte a otro», manifesta.

«Hay quién asocia nuestro movimiento con el vandalismo, por nuestra forma de vestir con los pantalones anchos, pero somos gente bien normal que, quizás, nos guste algo poco frecuente», explicó. Ahora regresarán a Tele 5, en una gala final que reunirá a los mejores de cada edición. Ellos lo valen.

URKO DE J.D.G | Rapero

«El rap es una forma de hacer poesía»

Urko forma, junto a una veintena de chicos de Donostia, un colectivo de apasionados del rap que decidieron juntarse para poner sobre la mesa sus creaciones musicales. Poco a poco han irrumpido en la escena de la ciudad presentando sus directos y sus letras arriesgadas. «El colectivo, J.D.G., lo forman seis grupos y tres dj's, las letras no son todas reivindicativas como se suele creer. Plasmamos en papel las ideas que nos rondan por la cabeza, es otra forma de hacer poesía. Estamos acostumbrados a hablar de una determinada manera, quizás sin palabras bonitas, y el tipo de música recoge nuestra forma de ser. Sobre un ritmo o una base vamos añadiendo letras», apunta el rapero. Ahora están inmersos en la preparación de nuevo material, que llegará pronto y que se presentará a lo grande. «Estamos elaborando nuevas canciones para presentarlas el año que viene. De las circunstancias más dispares surgen buenas ideas». Estamos seguros que de eso no le falta.

SERGIO | Bailarín

«La cultura del hip hop es la del respeto»

Es donostiarra, rechazó participar en el musical de éxito

Es innegable que ante las modas hay quien pone el grito en el cielo y juzgar se ha convertido en un oficio gratuito. «La cultura del hip hop es la del respeto. Que lleve ropa ancha y rastas no significa que sea un delincuente. Entiendo que las señoras se asusten, quizá por falta de costumbre. No es más que moda dentro de una cultura», comenta. El nivel guipuzcoano cada vez es más elevado, lo que demuestra el empuje de las nuevas generaciones. «Nos encontramos en un momento muy dulce, cada vez hay más gente especializada. Hace poco bailábamos cuatro gatos y ahora cada vez hay más gente. En España hay gran diversidad de influencias, existe mucho talento». Acaba de editar un DVD donde enseña a bailar desde casa, y por si fuera poco, viajará a Barcelona para formar a personas venidas de todas partes del mundo. Dará que hablar.