Estetismo formal

Crítica, Ballet Biarritz

Cuatro piezas componen el personal homenaje a los Ballets Rusos de Thierry Malandain.

Pulcinella, L'Aprés-midi d'un Faune, Le Spectre de la Rose y Boléro son los títulos de las obras que el coreógrafo del Ballet de Biarritz puso en escena en el auditorio Kursaal donde, una vez más, se materializó el lleno absoluto. Pulcinella fue el primer ballet, ágil y dinámico, con infinidad de variaciones coreográficas y escrito en tono cómico y caricaturesco pero quizás con un carácter excesivamente infantil que le restó credibilidad, razón por la cual perdió fuerza a pesar de la magistral interpretación del cuerpo de baile. L'Aprés-midi d'un Faune por el contrario es un magnífico y original solo lleno de sensualidad y plasticidad y que contó con una interpretación rotunda y veraz. El tercer ballet, Le Spectre de la Rose, cambió la rosa por un globo y respetó el argumento original desenvolviéndose a través del inconfundible lenguaje del coreógrafo. Bolero, en último lugar, desarrolló un interesante planteamiento coreográfico confinando a todos los bailarines en un espacio reducido en el que evolucionaron con uniformidad y reiteración pero con audacia y encanto para lograr, en el fin, romper tales limitaciones.

En todos sus ballets este coreógrafo hace uso de un extremado sentido estético. En su escritura pone contínuamente el acento en la estética formal del cuerpo, aspecto que lima hasta la perfección, pero que resulta algo repetitivo conforme avanzan las distintas coreografías. Todos los bailarines exhiben un gran dominio técnico y escénico destacando la suprema nitidez de sus movimientos.

La escenografía, por su parte, se convierte en hilo conductor de las cuatro piezas siendo especialmente interesantes las transiciones entre los ballets. En ellas los bailarines describen movimientos abstractos en un tenue ambiente y desplazan las estructuras escenográficas mientras suena el sugestivo y espectante afinado de una orquesta.

Esta escenografía es de gran belleza. Compone y recompone el espacio con enorme sentido de la proporción y gran pureza de líneas. Asímismo la iluminación, de gran calidad, va creando ambientes bien definidos dibujando perfectamente los cuerpos de los bailarines.