Dokumentuaren akzioak
Espectaculares celos
Crítica, Eifamn Ballet Theatre
Cinco minutos de aplausos recompensaron el excelente
espectáculo ofrecido por el Eifman Ballet Theatre, en un abarrotado
Victoria Eugenia. Dividido en dos actos y con una duración cercana a
las dos horas, la obra Anna Karenina presentó en
escena la versión coreográfica de la novela homónima de Tolstoi, ideada
por Boris Eifman. La pasión desmesurada hasta el punto de desembocar en
unos celos de tamaño incomensurable frente a la comodidad de un
matrimonio rutinario es la diatriba a la que debe enfrentarse Anna
Karenina en la obra.
La dama de la alta sociedad rusa, Anna Karenina, fue
encarnada con brillantez por Natalia Povoroznyuk, en una sentida
interpretación, que aunaba un excelente nivel técnico. Secundando a la
celosa Anna, se encuentra el fantástico Oleg Markov, en el rol de
marido abandonado. El triángulo amoroso cierra su último vértice con
Alexsei Turko, en el papel de amante, con gesto adusto.
Boris Eifman construye una coreografía sobresaliente,
valedora del Premio Benois de la Danse 2006, en la que majestuosas
escenas corales se intercalan con exquisitos e imaginativos pasos a
dos. Con una grandísima base técnica de corte clásico, sumada a una
potente expresividad de cariz más contemporáneo, el estilo de Eifman
busca primar la intensidad dramática, máxime en una historia de tal
envergadura como la narración de Tolstoi.
De todas las escenas corales, hay tres momentos de gran
intensidad: el elegante baile veneciano de disfraces, el sobrecogedor
ataque de celos de Anna y el impactante suicidio ferroviario de la
protagonista. En todos los cuadros grupales resulta evidente el amplio
dominio escénico del coreógrafo ruso, así como el hábil manejo de
iluminación, sugerente a veces, cruda en otras ocasiones.
El despliegue de efectos especiales, añadido a una
cuidadísima puesta en escena, no hace sino engrandecer aún más esta
obra. El Eifman Ballet Theatre venía precedido por la exigente etiqueta
de ser considerada la mejor compañía rusa de la actualidad. Y la
formación liderada por Boris Eifman no defraudó, ofreciendo una velada
excepcional llena de intensa danza de excelente calidad.
Gran acierto de Donostia Kultura al programar este
espectáculo, que hoy repite actuación y presumible éxito, a las 20.00
horas, entre otras cosas, por el buen hacer del trío de protagonistas,
por la solvencia de un cuerpo de baile sólido y sin fisuras, y por la
universalidad de una historia de celos entre enamorados, traducida en
una coreografía magistral.
Dokumentuaren akzioak