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Espadas en honor a la Virgen
Los dantzaris del grupo Irrintzi cumplieron con la tradición y bailaron la ancestral ezpatadantza ante Santa María de Zumarraga, La Antigua
El barrio de Eizaga, con el suelo convertido en una alfombra de hierba, higas y flores, más los balcones decorados con colchas, sábanas y manteles blancos con flores prendidas, se sumó un año más al día de Santa Isabel y vio pasar la comitiva a primera hora.
Salvadas las rampas del 'camino viejo', la comitiva, que rompe su formación de Eizaga a Antigua, llegó a la explanada pasadas las diez. Unos minutos después los sones del txistu agruparon a la misma para efectuar la visita a la ermita. Así llegó la hora del 'hamarretako'.
Fueron los previos a uno de los momentos más esperados del día. El baile de la ezpatadantza ante Santa María de Zumarraga, La Antigua.
Los nueve txistularis de Antzinako Ama se encargaron de poner clima al momento. El grupo estuvo integrado por Iñigo Peñagarikano, Endika Alzelai, Amaia Pérez, Xabier Soraluze, Mikel Plazaola, Mikel Gonzalez, Lierni Goia, Gorka Janeiro y Unai Izagirre.
La danza, como viene acontenciendo desde hace muchos años, fue cosa de Irrintzi. Bailaron como capitanes Andoni Rodríguez, Gorka Azkarate, Iker Rodríguez y Aitor Zabaleta. La 'cuerda' estuvo integrada por Unai Esteibar, Asier Eguren, Erik Molina, Eneko Esteibar, Beñat Idiakez, Ekain Aseginolaza, Joanes Jaka y Eneko Galdos.
Los 'capitanes' de Irrintzi bailaron «a buen nivel», coincidieron distintos ex dantzaris consultados por DV. El trabajo de la citada agrupación garantiza que quienes se ganan el puesto dan la talla. Hubo mucha juventud entre los dantzaris de 'la cuerda'. Posiblemente, apuntan desde el entorno de Irrintzi, veamos a alguno de ellos de capitán el 15 de agosto, como paso previo a un próximo 2 de julio. Es el lógico relevo generacional.
Tras el 'baile de espadas' le llegó el turno a la procesión. Los 'Amigos de La Antigua', precedidos de txistularis y dantzaris, llevaron a la 'amatxo' en andas alrededor de la ermita. Tal y como acontece desde hace años correspondió el honor de llevar a la virgen a personas de caseríos cercanos a La Antigua: Toribio Zabalo (Antio), José Luis Zaldua (Sagaspe), Mikel Etxeberria (Intxausti) e Isidro Aranburu (Arizti).
La misa mayor, que estuvo oficiada por el rector del seminario Jesus Mari Arrieta y concelebrada por Javier Kartaberria, Joxe Mari Larrañaga, Patxi Gorostegi y Luis Mari Segurola, llenó la ermita. El coro parroquial, dirigido por Mikel Lizarralde, y con Javier Arratibel en el órgano, dio solemnidad al acto religioso.
Y es que el tirón de La Antigua no tiene límite. A las seis de la mañana, con motivo de la novena, alrededor de setecientas personas se congregaron en el templo. Jesús Pérez, encargado de la ermita, se atrevía a aventurar que «hoy es posible que visiten la ermita entre 5.000 y 7.000 personas». Lo cierto es que el buen tiempo unido a la celebración en sábado del día de Santa Isabel hicieron de ayer una jornada multitudinaria.
El aurresku de honor en la campa anterior a la ermita citó a muchísimo público. Los dantzaris de 'la cuerda' tuvieron ocasión de mostrar su buen hacer. Al aurresku le siguió la actuación de trikitilaris y bertsolaris.
Fue el previo a la comida popular, que abarrotó las campas. Uno de los temas más comentados fue el 'susto' con motivo del toro de fuego la noche del viernes al sábado. Se desprendió una carcasa y los cohetes se dirigieron hacia el público sito en las inmediaciones del Ezkiotarra. Algún herido leve. La cosa no pasó a mayores según los responsables municipales.
La multitudinaria bajada al casco urbano dio muestra del tono del Día de Santa Isabel.
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