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«Es emocionante asumir este honor»

Asier Uskola aportó ayer su juventud a una de las tradiciones más arraigadas de Vizcaya: el baile de la 'Kaxarranka' de Lekeitio

Egilea
Mirari Artime
Komunikabidea
El Correo
Tokia
Lekeitio
Mota
Albistea
Data
2006/06/30

«Venimos de mostrar la 'Kaxarranka' en varias ciudades, pero bailar delante de tu gente pone nervioso a cualquiera», comentaba Uskola, minutos antes de subirse al pesado arcón que, sostenido a hombros por ocho remeros del club Isuntza, lo trasladaría en volandas hasta la ermita del protector.

Ante un expectante público, donde destacaban un numeroso grupo de turistas estadounidenses, ansiosos por conocer las típicas costumbres vascas, el joven bailarín esperó a los sones del txistu para empezar a ejecutar el 'zortziko' sobre la pequeña superficie del cofre.

Vestido con frac, camisa y pantalón blanco, pañuelo rojo al cuello y un clavel en la solapa, cumplió con el repertorio -que incluyó un 'fandango' y un 'arin-arin'- sin que los 'irrintzis' y vítores del público rompiesen su concentración.

Con una chistera en la mano derecha y banderín rojo con las insignias de San Pedro en la izquierda, logró mantener el equilibrio gracias a su esbelta figura y al esfuerzo de los portadores del baúl. Según cuenta la tradición, en este cofre se guardaban antaño los papeles y cuentas de los marineros. El arcón supera los cien kilos de peso.

«Gran responsabilidad»

Después de recorrer las calles del casco viejo de la villa, el ritual se volvió a repetir delante de la sede de la Cofradía, en el Ayuntamiento y en la plaza de la localidad, donde también tuvo lugar otra de las tradiciones de la jornada: la interpretación de un 'aurresku' por parte de varias mujeres. «Como lekeitiarra es una enorme responsabilidad, pero sobre todo es muy emocionante asumir ese honor», recalcó Uskola, una vez descendió del cofre.

Con todo, la 'Kaxarranka' no fue la única costumbre con la que ayer cumplió el pueblo de Lekeitio. A primeras horas de la mañana, las 'Dei eittekuak' o 'Llamadoras' se pasearon por la parte vieja, mientras gritaban 'Gora, Jaungoikuen izenean' ('Despierta, en el nombre del Señor'). De esa manera, las mujeres simulaban la manera en la que antiguamente se despertaba a los marineros para salir a faenar si el tiempo era bueno.

Tras la misa mayor, la procesión, encabezada por el alcalde, José Mari Cazalis, el Diputado General, José Luis Bilbao, y miembros del Gobierno vasco, trasladó la figura de San Pedro hasta la altura de la ermita, donde tiene lugar la 'Kilin-kala' o 'Guiño del santo al agua'.

Los portadores de la imagen realizaron dos guiños a la figura inclinándola hacia un lado, como si estuviera a punto de caerse, ante las exclamaciones de asombro del público. De esta manera, solicitaron la protección del santo para una buena costera del bonito. «Existen varias teorías sobre su origen, pero parece ser que este rito siempre ha estado vinculado a la pesca. De hecho, los más viejos del lugar sostienen que un año en el que la figura cayó al agua apenas hubo capturas», indicaron historiadores locales.

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