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Erreginak eta saratsak, la tradición vive
Erreginak (delante) eta saratsak, dispuestas a cantar y bailar, el pasado domingo. (FERNANDO ANBUSTEGI)
Las tradiciones se mantienen, desaparecen o cambian. Eso es así. En el caso de Erreginak eta saratsak (las reinas y los sauces), se puede decir que se dan los tres casos. Es una ceremonia que consiste en la reunión de varias niñas que eligen las reinas cada año. Adornan a éstas con una corona de flores, llevando las acompañantes una banda de seda en el pecho. Una de ellas toca la pandereta y las demás cantan coplas de cuestación delante de las casas principales.
Es una especie de canto a la tierra y a la primavera que se escenificaba en los pueblos de Baztan el último domingo de mayo. En la mayoría de pueblos esta antigua tradición desapareció pero en Arraioz, tras dejar de celebrarse durante más de veinte años, se recuperó. Tras la recuperación, hubo varios años que no se celebró, pero desde hace unos pocos años, se celebra cada año;los últimos con algún cambio respecto a la tradicional implementación que recuerda los mayores.
Esta tradición sigue el esquema de una presentación ritual, su sentido iniciático queda reforzado con la mención de ciertos árboles y la aparente identificación de las muchachas con ellos. El árbol está unido en su simbología a la fertilidad de la tierra y también, por extensión, de la mujer.
Antaño, la comitiva marchaba casa por casa cantando antiguas letrillas y recogiendo dulces y algo de dinero con el que compraban velas para alumbrar a la virgen en la parroquia, ya que mayo es el mes de la virgen. En cada casa, después de cantar una canción, si les abrían la puerta y les ofrecían dulces o dinero, la corporación de Erreginak eta saratsak les cantaba unos versos de agradecimiento;por el contrario, si en alguna casa no les abrían la puerta o no les daban nada, en vez de unos versos de agradecimiento, recibían otra canción, una especie de “mal de ojo”.
Hoy en día, el grupo no realiza la cuestación casa por casa y sólo cantan una vez. Después de misa, las protagonistas cantan y bailan (las erreginak) a la puerta de la iglesia, donde reciben dinero por parte de la gente que se congrega en la puerta de la iglesia, y tras poner una vela a la virgen, se reúnen en el bar Zubiondoa para disfrutar de un delicioso aperitivo.
El domingo pasado, como cada año, la representación se llevó a cabo en Arraioz. Debido a la lluvia, las personas asistentes se resguardaron en el porche de la iglesia donde cantaron y bailaron, por suerte, todo el mundo echó algo en la pandereta utilizada para recoger el dinero, y solo cantaron la canción de dar las gracias. Las Erreginak fueron Eider Urrutia y Anne Iturralde, y las saratsak Naroa Gamio, Izaro Laurnagaray, Alaitz Urrutia, Aiora Arraztoa, Uxue Viela, Olatz Bergara, Olaia Gamio, Nahia Lazkano y Aisha Zubieta.
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