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Entre flamenco y tarantelas
Rafael Amargo tiñe de 'Rosso' el Arriaga en octubre con una fusión de géneros
Amargo es un habitual de las tablas bilbaínas. «He sido
yo el que se ha empeñado en venir», reveló. «Aquí (en el Arriaga) me
dieron mi primer premio Max y se empezó a reconocer mi carrera». Y de
ahí su interés por visitar el «templo» bilbaíno después de representar
'Rosso', que parte de una idea original de Nuzio Areni, en el Festival
de Caserta de Nápoles, el pasado julio, y en el Liceu de Barcelona. «Se
puede decir que es casi un estreno».
'Rosso', rojo en castellano, se vuelve pasión en las
tablas. Amargo es el protagonista del espectáculo «más difícil» que le
ha tocado coreografiar, porque son ritmos «muy culturetas». Pero no está
solo. En el escenario le acompañan la «maestra» Lola Greco y ocho
bailarines (cuatro de cada sexo). El certamen napolitano escogió al
bailarín para que diera «cuerpo» y vida a la tarantela sin olvidar el
baile que le ha dado fama, porque 'Rosso' es eso, una fusión entre el
flamenco, la danza contemporánea y las músicas sureñas de Italia, todas
ellas originales y tocadas en directo.
Aunque no todo es danza. «Fui el primero que trabajó con
lo audiovisual en el flamenco», presume. Y cuando una fórmula triunfa,
siempre hay que intentar mejorarla. «Queríamos hacer algo diferente, que
no fuera un soporte estático pero tampoco 3D». Así que, junto a Mario
Gas, director de escena, ideó colocar cuatro cámaras que grabaran el
escenario mientras un técnico edita las imágenes que llegan en directo.
«Si vienes dos veces, te encuentras una escenografía audiovisual
diferente».
«'Bailaor' del norte»
'Rosso' no tenía un argumento «exacto». Sus creadores han
tratado de que las piezas de baile tengan coherencia entre ellas,
porque la similitud técnica entre los géneros es «poca, pero
pasionalmente, mucha». Aunque Amargo llega a confesar que, al principio,
la tarantela le recordaba «a la banda sonora de 'Heidi'». «Luego me di
cuenta de que es como el flamenco, que tiene muchos palos». Lo mismo
dice de las danzas vascas, de las que se ha documentado para la
película que está preparando con Ion Collar, 'Temporeros', que empezará
su rodaje en abril en la Rioja alavesa. «Trata los nacionalismos entre
los vascos y los andaluces», adelanta. Así que el año que viene Rafael
Amargo volverá a la zona más septentrional de España, lejos de su
tierra, porque él es «un 'bailaor' del norte».
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