Entre amigos

Ésa es la idea motriz de los 'Encuentros' ofrecidos anoche por una representación guipuzcoana de este arte, ante un concurrido Teatro Principal. Compuesta por dos actos y con una duración de hora y media, la propuesta ideada por Ángela Cruces no es un espectáculo al uso, sino más bien una excusa para reunirse un grupo de colegas del cante y el baile sobre el escenario transmutado en 'tablao' flamenco. La primera parte fue una especie de cajón de sastre destinado a subrayar los lazos de unión del arte gitano con otras ramas como la danza del vientre o la música jazz, con la que se inició la velada. Tras ello, una composición de Rafa Jiménez en homenaje a Gipuzkoa, una soleá con dos 'bailaoras', la estampa flamenca y la fusión con la danza del vientre. Una mezcla muy dispar. El flamenco tradicional fue el elemento rector del segundo acto con la 'cantaora' granadina Mati Gómez y la eibarresa Lidia de Lorenzo en el baile, ejerciendo la propia Ángela Cruces de maestra de ceremonias en todo momento. Este apartado resultó más cohesionado en su conjunto, aunque los 'Encuentros' adolecieron de una dirección artística clara que dibujara el pilar fundamental. Para convertir una reunión artística en un hecho escénico se necesitan muchos elementos. La espontaneidad del público con sus gritos de alabanza fue uno de los ingredientes más sobresalientes, aunque haya que recordar que sacar fotos con flash está prohibido en todo espectáculo. Es lo que tiene bailar entre amigos: aplausos por doquier y cierta familiaridad que resta seriedad, como el hecho de la falta de programa de mano.