Elegancia e intimismo

Crítica, Teresa Nieto en Compañia

Poco público se acercó a ver el último trabajo de la artista galardonada con el Premio Nacional de Danza en 2004, Teresa Nieto. Su obra Consuelo interpretada por ella misma junto a Claudia Faci y a Jesús Caramés, mereció una mejor acogida dada la calidad con que expuso sobre el escenario solidez y coherencia tanto en forma como en contenido.



Fue una pieza de corte muy intimista, de ritmo lento y movimiento poco espectacular, pero repleta de sensualidad, sentimiento y, sobretodo, rebosante de rigor en su composición y ejecución.



La coreógrafa aborda el tema de la pasión desde su madurez y desde la nostalgia de su juventud; desde el recuerdo, para llegar al presente, atravesando sus miedos, dudas e incertidumbres. Utiliza para ello un lenguaje al tiempo sencillo y distinguido con el que viaja del sentimiento a la forma y viceversa.



La obra nos ofrece momentos de gran intensidad en la emoción y extraordinaria belleza en lo visual en una serena y valerosa interpretación, si bien el tono general de la obra, se mantiene a menudo demasiado uniforme. Teresa Nieto maneja muy bien el elemento estético reflejado en la definida pulcritud de su escenografía, en la provechosa utilización de los cuerpos en el espacio, así como en el diseño de su danza, elegante y sensual, en la que predomina la expresividad de brazos y manos.



La bellísima selección musical que sostiene la obra multiplica el contenido poético y profundamente humano que ésta posee. Una obra que se adentra en la complejidad de los sentimientos y de las relaciones humanas desde la directa realidad de su autora.



Claudia Faci estuvo especialmente brillante en su ejecución destacando la exquisita precisión de su trabajo en pareja y la formidable fluidez de sus movimientos.