El año pasado se estrenó en Netflix la serie Érase una vez... pero ya no, que supuso el debut en la pantalla del gasteiztarra Diego Urdangarin. Él, como tantos otros, empezó a dar sus primeros pasos cuando se estaba formando entre las paredes del Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela.
Tras salir del espacio ubicado en la plaza de las Provincias Vascongadas inició un camino bien conocido por otros compañeros. Tuvo que marcharse lejos para completar su educación y buscar salidas profesionales. En su caso, la primera parada fue Múnich, para después pasar a ser parte del South Bohemian Theatre en la República Checa y de la compañía alemana de danza Oldenburgisches Staatstheater.
Dentro de nada volverá a Vitoria Jorge Moro, ya que va a ser uno de los protagonistas de la gala especial que se ha preparado en el Félix Petite para el día 28 –no queda ni una sola entrada, por cierto–. Él también salió del conservatorio para llegar a Alemania y después pasar al mundo profesional dentro del Ballet Estatal de Hesse.
En Estados Unidos, más en concreto en Ohio, se encuentra ahora Beñat Andueza. Es parte de la compañía BalletMet, tras completar la formación que empezó a recibir en Gasteiz en la escuela nacional del Ballet de Holanda, y pasar por el Atlanta Ballet 2 y el Texas Ballet.
Igor Goyena, otro alumno de referencia del Uruñuela, pasó, entre otras agrupaciones, por el Ballet de Teatres de la Generalitat Valenciana y el New English Contemporary Ballet tras sus años de estudio en centros como el Rotterdamse Dansacademie y después de recibir una beca del Centro de Danza Víctor Ullate. Hoy es el responsable del DBM Estudio.
Ejemplos se pueden poner más. La cantera del Uruñuela es inagotable. Ahí está el caso de Oier López de Luzuriaga, cuyo camino ha pasado por el Leipzig Ballet y la compañía LaMov Ballet. Sin olvidar otros nombres como los de Ekaitz Espino, que completó su formación en el London Studio Center para luego trabajar para agrupaciones como Nordharzer Stadtebundtheater, Halberstadt y Ballet Pforzheim. Y ahí está también Aritz López, que en el Uruñuela realizó la clase de varones que imparte Sergei Viana y que hoy desarrolla su profesión en Proyecto Larrua.