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El Teatro Real acoge las obsesiones del coreógrafo Béjart
La compañía unirá en el escenario la pasión de su maestro hacia Nietzsche y Beethoven. El ballet ofrecerá cinco únicas funciones de una de las últimas creaciones del recién fallecido bailarín
Cinco únicas funciones para evocar el talento del difunto Béjart y unir sobre el escenario su pasión por el pensamiento de Nietzsche y por compositores como Beethoven, Bach o Wagner, de cuyas melodías se sirve esta coreografía.
El ballet, que lleva su nombre y que él mismo creó en 1987, llega hoy al Real y conmemora con Zarathoustra: Le chant de La Danse , creada en 2005, los 50 años de diálogo entre Maurice Bèjart y Nietzsche, que se inició con Orphée , inspirado en El nacimiento de una tragedia del filósofo alemán, apuntaba ayer Gil Roman, director artístico del Béjart Ballet Lausanne.
Esta coreografía, que ahora se estrena en el Estado con Elisabet Ros y Julien Favreau en papeles principales, nace de Así habló Zaratustra , texto en el que "la danza vuelve a mostrarse constantemente como una obsesión espiritual y física, a la vez que nos obliga a pensar", apuntó en su día el propio Béjart.
El francés contestó a su vez al pensador con este ballet: Un himno al cuerpo humano danzando más allá de los siglos, de las razas y de las civilizaciones , con el que la Béjart Ballet Lausanne debuta ahora en el Real.
El diálogo entre ambos "ha sido un intercambio continuo" a lo largo de la trayectoria del coreógrafo, que "ha nutrido su creatividad y que la ha mantenido viva", explicó Gil Roman, quien trabajó junto a Béjart a lo largo de 30 años y considera coreógrafo francés "un maestro".
Friedrich Nietzsche, un músico frustrado que dedicó parte de sus escritos a la música y la danza, también está presente en la obra con una de sus composiciones para piano, incluida entre las melodías que dan forma a esta coreografía.
Especial atención prestó Maurice Béjart en su obra a la relación de amor-odio entre el filósofo y Wagner, "un amor conflictivo pero duradero que se mantiene vivo en este ballet", comentó Roman.
Con respecto al futuro de la compañía, Roman señaló que existen 200 creaciones a su disposición, "entre ellas algunas perlas por redescubrir y en total un amplio repertorio sobre el que el ballet podrá trabajar durante años".
Los bailarines de la compañía francesa Béjart Ballet Lausanne.Foto: efe
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