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El 'Romeo y Juliet' más impactante de la Compañía de Danza Islandesa
Reinterpretar por enésima vez el arquetipo shakesperiano de los amantes más desventurados permite incluir conceptos contemporáneos de lo que es una relación amorosa. ¿Qué lectura se puede hacer de Romeo y Julieta tras el Me too? ¿Cómo se pueden evidenciar las formas patriarcales del ballet al representarlo? A ello se encomienda la Iceland Dance Company en el nuevo espectáculo de las coreógrafas Erna Ómarsdóttir y Halla Ólafsdóttir, en el que se combinan danza contemporánea, artes visuales y la música Sergei Prokofiev. Descrita como una "pesadilla monstruosa", deconstruyen la historia original en una red de narraciones simultáneas que fusiona referencias de la cultura popular con el lenguaje del ballet. La impactante –y sangrienta– puesta en escena de Romeo y Juliet podrá verse mañana y pasado en el Teatro Arriaga.
La reconocida obra de baila se creó originariamente con el Ballet del Staatstheater am Gärtnerplatz, de Múnich, en 2018. Es en época de coronavirus, en la que se ha tenido que aplazar el estreno hasta en tres ocasiones, cuando se ha desarrollado, adaptado y creado con la compañía islandesa. "Tuvimos que encontrar nuevas formas de trabajar con los bailarines debido a las cambiantes restricciones del covid", relata Erna Ómarsdóttir, quien detalla que eso les inspiraba mientras les mantenía concentrados. Como consecuencia, expone que "muchos aspectos tienen un significado nuevo y más fuerte en esta versión; por ejemplo, el tacto y el romance a través de falsas manos protésicas de silicona".
Sobre el escenario, la Iceland Dance Company utiliza la danza y la expresión corporal para transmitir grandes emociones y eventos aterradores. "La violencia, el patriarcado, la jerarquía, el capital y todo tipo de instituciones, como la del matrimonio", enumera Erna Ómarsdóttir entre las cuestiones que abordan durante la escenificación en la que, sobre todo, reflexionan acerca de qué es el amor. Y, se aproximan, como consecuencia, a otros interrogantes: "¿Qué son los celos? ¿Es un mal hábito o algo que simplemente sucede sin que tengas control sobre ello?", cuestiona la coreógrafa. En esa reinterpretación actualizada, además, están presentes cuestiones relacionadas con la danza, como "la discriminación en el mundo del ballet, las formas patriarcales que tiene de mostrar las relaciones amorosas o la primera bailarina frente al cuerpo de ballet".
Ómarsdóttir es conocedora de que, "probablemente", la de Romeo y Julieta es "la mayor historia de amor de todos los tiempos, de la que ya se han hecho muchas versiones, por lo que es, en cierto modo, un reciclaje o el eco de una historia que, en principio, fue como una narración". Por ello, en esta novedosa propuesta, tratan de actualizar la versión con cuestiones más modernas: "La cultura de la lucha libre con un toque teatral relacionado con el coronavirus, los rituales comerciales del día de San Valentín o la influencia del black metal y el death metal", expone la coreógrafa. De ahí que en su labor honren, mientras cuestionan, el espíritu de aquel tiempo en el que se escribió la tragedia del dramaturgo inglés. Para ello, se nutren de un llamativo vestuario aderezado con un trabajo audiovisual al son de la música del reconocido compositor soviético Sergei Prokofiev.
TERCERA VEZ EN BILBAO
No es la primera vez que la compañía islandesa baila sobre el escenario del Teatro Arriaga. La compañía dirigida por Erna Ómarsdóttir recaló por primera vez en Bilbao en 2018, para representar Black Marrow, un ballet-ritual sobre el mundo industrializado, y, posteriormente, en 2019, presentaron The best of darkness, un trabajo inspirado en la oscuridad del cuerpo humano. "La gran diferencia es que utilizamos una famosa historia de amor que todo el mundo conoce o cree conocerla", apunta la coreógrafa respecto a la obra que ahora representarán sobre las tablas del Arriaga. Según revela, ha sido todo "un reto y un placer" sumergirse en una obra literaria, que ostenta un "interminable eco" de un pasado lejano mientras se convierten "en algo diferente cada vez que se baila frente a un público nuevo".
La obra Romeo y Juliet tiene dos partes diferenciadas. "Antes de la pausa nos centramos más en la comedia. Y, después, es una tragedia total", expone Ómarsdóttir. "Es nuestra forma de bailar y representar el ambiente en su conjunto. Es mostrar los dos rituales: el ritual del matrimonio y el del funeral, construyendo un altar para ambos al mismo tiempo", manifiesta la directora de la compañía islandesa. Según relata, el objetivo final es tratar de lavar el inútil abuso de poder y el hechizo de los antepasados para, así, "abrazar el amor real" o al menos averiguar cómo podría ser, alejándose de las ideas comerciales.
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