El retorno de la cofradía

El objetivo de aquella entidad era velar por todos los aspectos relacionados con la Virgen del Rosario, desde el cuidado y el ornato de la propia figura a la organización de actos en su honor, como el que solía tener lugar el primer domingo de octubre. «Hay constancia de que ese día se hacía una procesión por la villa con la imagen de la Virgen del Rosario en andas. En 1616 se abonaron 7 reales al cajero, músico juglar que tocaba el pífano y la caja y un año más tarde, ya se especifica que un grupo de danzantes bailó la danza de las espadas durante la procesión, circunstancia que se seguiría dando los años siguientes», manifestó Lizarralde, que fue homenajeado el pasado 11 de octubre, coincidiendo con la puesta de largo de la ezpatadantza de la calle Rosario, junto al historiador Peio Arrieta y el coreógrafo Juan Antonio Urbeltz, por la labor que han desarrollado en la recuperación de esta tradición.

Jon Lizarralde, director de Haritz Euskal Dantzari Taldea, es el encargado de ir dando forma a este proyecto, en colaboración con José Inazio Sarasua, responsable de la Banda Municipal de Txistularis. Su objetivo es dejar constancia de la celebración todos los años, recogiendo los nombres de los que participan en una especie de libro de cuentas similar al que utilizaba la Cofradía de la Virgen del Rosario allá por el siglo XVI. «Al igual que en otros libros de cofradías, se plasmará el nombre y la firma de todos los que toman parte en el baile, desde los músicos a los dantzaris, acompañando estas anotaciones de algún dato, como un verso o una reseña de lo sucedido, para que quede recogido», indicó el dantzari elgoibarrés.

Variedad de cofradías

Bajo la denominación de cofradía se entiende, en esencia, una asociación de fieles católicos que se reúnen en torno a una advocación de Cristo, la Virgen o un santo, pero esta acepción ha ido variando con el paso del tiempo y, hoy en día, también se denomina de este modo a entidades formadas por personas a las que une un determinado objetivo. Es cierto que el carácter religioso de la expresión se mantiene aún, como queda de manifiesto en las celebraciones religiosas de la Semana Santa en España, pero también ha adoptado otras fórmulas muy alejadas de la religión y, además de las cofradías de pescadores, encontramos cofradías como la del bacalao (Eibar), la del relleno (Bergara), la del cachopo de ternera (Avilés) o la de la txistorra (Sakana), por citar algunos curiosos ejemplos.

Elgoibar contó en el pasado con varias cofradías, como la de la Vera Cruz o las vinculadas a las ermitas de las villas, pero, en la actualidad, las que no han desaparecido han tomado la forma de asociaciones, perdiéndose en el olvido una denominación que vuelve ahora al primer plano de la actualidad con la aparición de la Cofradía de la ezpatadantza de la Virgen del Rosario.