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El rescate del zortziko serio

Las fiestas recuperan los llamados bailes solemnes, pero pierden la tradición de las dianas, ahora denominadas llamada de bandas y txarangas

Egilea
F. G.
Komunikabidea
El Correo
Tokia
Vitoria
Mota
Albistea
Data
2004/08/06

A lo que sí se atrevieron ayer dos concejales fue a bailar un aurresku, la parte denominada kontrapas, ante la hornacina de la Virgen Blanca, una danza en la que habitualmente se pide a un bailarín de algún grupo que represente a la Corporación. Se trata de Unai Grajales y Malentxo Arruabarrena, ambos del Partido Nacionalista Vasco. Fue después de la misa pontifical presidida por el obispo Miguel Asurmendi en la iglesia de San Miguel. Tanto Unai, el más joven de los ediles de la capital alavesa, encargado también de llevar la bandera de la ciudad, como Malentxo Arruabarrena, ejecutaron los movimientos ante la patrona con gran soltura y vestidos de calle. Antes, varios miembros de la Academia Municipal de Folklore interpretaron el denominado desafío del aurresku.



Declive



Tanto el aurresku como el zortziko se han incorporado al programa de fiestas mientras languidecen las populares dianas de las nueve de la mañana. Se han quedado como una reliquia que se representa sólo el día 5 a esa hora dura de las nueve de la mañana, y que el resto de las jornadas festivas se pasa a las doce del mediodía con cambio de nombre incluido. Y es que ya no se llaman dianas sino llamada de bandas y txarangas. Se le ha quitado el apelativo de reminiscencias castrenses, pero ha perdido significación.



No obstante, los sones del pasacalles Celedón tocados por la Banda Municipal de Música, siguen poniendo los vellos de punta a nostálgicos como Alfonso Santana, blusa de los Desiguales, que aguantó el rosario, «lo más grande de las fiestas», y las propias dianas.



Para Josetxu López de Maturana, de 30 años, que había empalmado la noche con el rosario, la misa y las dianas, perdón, la llamada, «todo forma parte de la fiesta». Por si acaso, el muchacho se fue a tomar un chocolate (Cope-CORREO) en la plaza del General Loma. A recomponer el cuerpo.

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