El programa DNA crece y se consolida, extendiéndose por todo el territorio

En esta jornada de clausura se han puesto en común los trabajos realizados durante las residencias artísticas de este año y se ha reflexionado sobre el proceso creativo, la relación con el público, con las instituciones y con el entorno artístico entre otros aspectos. 

A la sesión han asistido miembros del Servicio de Acción Cultural de la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana, desde donde se coordina el programa; las compañías de danza de las cuatro residencias; así como representantes de los espacios culturales donde éstas se han desarrollado. 

Las cuatro residencias de este año han estado centradas en temas como nuestra presencia en el mundo y cómo nos relacionamos, las pérdidas y los reencuentros y la relación del cuerpo con la tecnología. 

Desarrollo de proyectos

Responsables de la organización, han querido destacar “la colaboración con los distintos espacios culturales de la Red de Teatros de Navarra, donde se han podido materializar los proyectos creativos. El territorio, es siempre clave en la difusión y conocimiento de la danza”.

La organización del Festival de Danza Contemporánea de Navarra DNA ha señalado la importancia de contar con el espacio y el tiempo idóneos para intercambiar ideas y perspectivas sobre la danza contemporánea, para reflexionar sobre el papel de las residencias y sus beneficios para los espacios y para los y las creadoras. Este enfoque, aseguran, “es clave para seguir impulsando la promoción de la danza contemporánea y las artes del movimiento en Navarra como forma de reflejar las inquietudes y demandas de la sociedad. De esta manera, no solo se logra comprender más profundamente el mundo que nos rodea, sino que también se impulsan valores que fomentan su transformación positiva”.

Residencias creativas

El programa DNA ha reunido este 2024 a cuatro residencias artísticas, cada una con cuatro semanas de duración entre abril y septiembre.

La primera, Acabarnos de Aimar Odriozola y David Eussa, se desarrolló del 13 al 14 de mayo y del 16 al 27 de septiembre en la Casa de Cultura de Ribaforada. gira sobre la voluntad de permanecer más allá de nosotros mismos, de resistir a las contiendas ineludibles de dos cuerpos al borde de la vida. Nos presenta los diarios de bitácora de dos personajes que están cansados, a los que nada les sorprende, y que no saben cómo sentirse vivos si no es llevándose a límites inimaginables para ellos mismos.

El porqué de los perdidos, de Akira Yoshida se desarrolló entre el 29 de julio y 13 de agosto y del 2 al 6 de septiembre en el Centro Cultural de Noáin. En esta residencia se abordaba el concepto de la pérdida desde diferentes ángulos: el estar perdido en un lugar físico del mundo, el estar perdido en nuestra vida, el echarse a perder de nuestras existencias o el perder cosas materiales en nuestro camino o a seres queridos.

Por su parte, Sin fichero adjunto, de la compañía compuesta por Ioar Labat & Julia Razquin, nos invita a aceptar la realidad de que nunca nadie te va a enseñar cómo vivir tu propia vida. El objetivo de este proyecto ha sido compartir con el público estas inquietudes, acercarlas al escenario a través del dúo de Labat y Razquin.

Por último, en la residencia titulada Todo este ruido, de la compañía Qabalum, se desarrolló entre el 26 de agosto y 3 de septiembre y del 16 al 27 de septiembre en el Teatro Ansoáin. un proceso de investigación y creación en el que ciencia y arte se unen para expresar artísticamente principios de la naturaleza. El objetivo era expresar que todos los seres humanos son parte de una eternidad en el camino hacia la cual se disuelven lentamente.

Red ATALAK

Por otro lado, en esta edición se ha continuado la colaboración con la red transfronteriza de investigación coreográfica Atalak, liderado por Dantzaz, en el que participan como socios Fundación Baluarte (en representación del Gobierno de Navarra), el Centre Coréographique National Malandain-Ballet Biarritz, Gipuzkoako Dantzagunea, Tabakalera y la Red de Teatros de Vitoria-Gasteiz. 

La Red ATALAK, dentro del programa DNA, se enfoca en la investigación de procesos de creación para contribuir al desarrollo de la danza contemporánea en Nouvelle-Aquitaine, Euskadi y Navarra.

En esta edición, Atalak ofreció un laboratorio de investigación con Carmen Larraz y su proyecto Luz Negra que se desarrolló durante el mes de marzo en Dantzagunea con la participación de Dantzaz y en el mes de abril, un taller de investigación coreográfica con el proyecto Bipedestrucción, de la compañía emergente Disiden.cia, compuesto por Martín Los Arcos & Marcia Vázquez Ramírez.

Asimismo, la artista de Nouvelle Aquitaine Emilie Camacho, llevó a cabo las Aperturas del Laboratorio de Experimentación ITAK en el Museo de Navarra y en el Centro Cultural Tafalla Kulturgunea. 

Museo en Danza

Por último, y como parte del ciclo Museo en Danza, organizado por el Museo Universidad de Navarra, durante el mes de noviembre, se presentarán dos producciones fruto de las residencias DNA 2024. La compañía Dinamo Danza mostrará su obra Luz Negra, el 7 de noviembre a las 19:30 horas y QTA, creada por Zuk performing Arts, será presentada el 9 de noviembre a las 19:30 horas. Esta colaboración entre DNA y el Museo Universidad de Navarra refuerza su compromiso conjunto de promover la danza contemporánea en Navarra.

En las próximas semanas, se estrenará un documental de media hora dirigido por Aitor Ortiz de Felipe, que documenta el proceso creativo y de investigación de las cuatro residencias artísticas, así como de las exhibiciones llevadas a cabo en varios centros culturales de 18 municipios navarros.