Dokumentuaren akzioak
El Nuevo Ballet Español revisa 'Romeo y Julieta' con ritmo flamenco
La joven compañía mostró una versión vanguardista de la tragedia. Sémola Teatre presentó su visión de la decadencia en 'Cent vint-i-cinc'
Ayer, esta compañía acudió a la Feria de Teatro con su visión de Romeo y Julieta, su noveno espectáculo.
Cuando Rojas y Carlos Rodríguez fundaron la compañía decidieron darle el nombre de Nuevo Ballet Español porque era una formación constituida por bailarines muy jóvenes, pero con el tiempo la palabra nuevo ha tomado otro significado, el de aportar una visión vanguardista del flamenco para atraer a los escenarios a las nuevas generaciones que no conectan con el flamenco puro.
Romeo y Julieta es, según explicó Rodríguez, «una apuesta arriesgada para la compañía porque afrontamos por primera vez una obra con argumento». Han querido respetar el guión marcado por Shakespeare, «pero también le hemos añadido nuestra marca de la casa, la innovación y la creación en la búsqueda de un camino diferente del flamenco, con toques de vanguardia».
El espectáculo consta de dos partes, coreografiadas por separado por Rojas y Rodríguez que también son los primeros bailarines de la compañía: «Llevamos trece años juntos, en el trabajo y en la vida, y hay ocasiones en las que necesitamos preparar coreografías a nuestro aire, explicó el primero de ellos. Por esta razón, la primera parte, que ha sido creada por Carlos Rodríguez, es la que muestra la obra de Shakespeare. «La base es un flamenco clásico a través del cual cada bailarín desvela el carácter de su personajes. Además hemos incorporado otro bailarín contemporáneo. El conjunto final es lo que se denomina fusión».
Gotas de sabor es el título de la segunda parte del espectáculo y ha sido coreografiada por Ángel Rojas. Es un recorrido por diferentes palos del flamenco, con un solo a cargo de éste bailarín y un paseo por los palos poco tocados en los últimos montajes que habían realizado. «He querido buscar la pureza del baile que contrasta con una estética muy dura en la que no hay recursos escénicos. Es la contraposición entre la frialdad del escenario y el calor del flamenco». Cuando definió su trabajo Rojas comentó que «es como si te abrieras en canal y el que quiera recibirlo se lleva un pelotazo». También indicó que, aunque su obra no tiene argumento, «he querido demostrar que tenía el corazón dolorido porque el conflicto de Irak estaba en pleno auge cuando monté la coreografía, es un '¡No a la guerra!'».
En esta versión de Romeo y Julieta, el Nuevo Ballet Español, fiel a su afianzado estilo propio de entender el flamenco y la danza española, respaldado por sus ocho montajes anteriores, alguno de ellos actualmente en gira, destaca del argumento la historia de amor y la compenetración y amistad de ciertos personajes, a pesar de que la desinformación y el descuido lleve a la tragedia.
Ayer también hubo un importante estreno, Cent vint-i-cinc de la compañía catalana Sémola teatre. Joan Grau, dramaturgo y director artístico, se ha inspirado en «las sensaciones que viví de pequeño cuando en casa todavía había corriente eléctrica a 125 y los electrodomésticos iban a 220. Mis padres no podían cambiar porque la obra resultaba muy cara. Me he centrado en esa sensación de inferioridad que sentían, de estar al margen de las cosas. El espectáculo es tan caótico como el propio título».
Sémola utiliza la escenografía como un pretexto para hablar de la decadencia porque «tenemos una verdadera obsesión para tratar el tema de los límites de las relaciones humanas a través del lenguaje y los registros actorales. Lo que defendemos, guste o no, llega al espectador a través de la realización, intentamos invadir la platea para remover al público».
Dokumentuaren akzioak