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El Miércoles de Ceniza arrincona a Don Carnal otro año
El Ambiente rural de Erratzu y Arizkun coexiste con un carnaval más urbano en Elizondo
En Erratzu, lo más relevante fue el desfile de su comparsa de Damak , que atronaron a golpe de bombo las calles y barrios, acompañados por los aplausos y la simpatía de los vecinos que muestran su satisfacción porque se conserve su típico carnaval. Vestidos de blanco, con el cónico ttuntturro de colores sobre sus cabezas, los miembros del grupo hacen retumbar sus bombos en anual cumplimiento de una costumbre a cuyo origen y significado no se encuentra explicación a salvo de que, como otros hacen con cencerros, se dediquen a ahuyentar los malos espíritus y los fríos invernales para dejar paso a la primavera.
En Arizkun, según es tradición en su carnaval, salieron el Hartza (oso) y su hartzazain (vigilante del oso) y se cumplió a media tarde con el ritual del baile del Sagardantza , que, precisamente encuentra en la tarde del martes de Carnaval, su más auténtica expresión. El florecimiento de los manzanos será el anuncio expresivo de que llegan los tiempos de luz y renovación, y que la tierra despierta para volver a dar su fruto.
En Elizondo, el circo, con toda su magia y atractivo, fue el tema monográfico. Por todo el pueblo se vieron equilibristas, trapecistas, comparsas de majorettes y los inevitables payasos, en un espectáculo alegre y colorista que fue bien acogido por todos y provocó risas y sonrisas de ilusión a la asombrada chavalería. Aquí, el Carnaval vivía la amenaza de su desaparición, pero los jóvenes están empeñados en revitalizar la jornada y que reine el bullicio, el color y el ruido como en la quema final de los fuegos artificiales.
La magia y el atractivo del circo fueron el tema central del Carnaval en Elizondo.Foto: oNDIKOL
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