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El Kursaal inaugura hoy la temporada con una «Cenicienta» vanguardista
Les Ballets de Monte-Carlo representará un espectáculo de danza armonioso e innovador
Les Ballets de Monte-Carlo regresa a Donostia con una nueva coreografía del prestigioso coreógrafo Jean-Christophe Maillot, quien ha realizado una versión innovadora y futurista de "La Cenicienta", con música de Sergei Prokofiev. El ballet vuelve a la capital guipuzcoana tres años después de su primera y exitosa visita, que tuvo lugar dentro de la programación de Maitza Dantzan, donde presentaron el espectáculo "Romeo y Julieta".
Lejos del célebre cuento que popularizó Charles Perrault, la versión que hoy, a partir de las 20.00 horas, subirá al escenario del Palacio Kursaal, es una «historia de amor y de búsqueda vital muy de nuestro tiempo, con parejas que se aman pero que también se separan, que reflejan sentimientos y formas de actuar de hoy en día», según explicó Nicholas Khan, uno de los bailarines de la compañía, que ayer actuó de portavoz junto con otros compañeros en ausencia de Jean Christophe Maillot. El director y coreógrafo del Ballet de Monte-Carlo se indispuso en su viaje a Donostia y ayer permanecía en cama.
"La Cenicienta" de Maillot es, a juicio de sus protagonistas, una historia «muy explícita, actual, real y natural» contada a través de la danza. «Todo, el vestuario, la iluminación, la escenografía, incluso las nuevas tecnologías están al servicio de una historia que aborda el amor desde muchas perspectivas, desde las relaciones familiares los padres de Cenicienta tienen tanta importancia como la madrastra y sus hermanastras, a las sentimentales. Visualmente, además, es un montaje muy especial porque convierte a la Cenicienta en un espectáculo de vanguardia», señaló ayer otro de los portavoces casuales del ballet, el vizcaino Asier Uriagereka, el único bailarín vasco de esta importante compañía que integran más de medio centenar de personas.
Una cenicienta sin zapato
«Es un espectáculo muy narrativo, que utiliza un lenguaje incluso más claro que el del ballet clásico, porque, aunque parte de los códigos y del academicismo del ballet clásico, lo hace de una forma explícita. Es una historia contada a través de la danza, donde los bailarines para expresar su amor, por ejemplo, se besan y es un beso de verdad», precisó Uriagereka.
Otro de los elementos que distinguen a "La Cenicienta" de Maillot, es que no existe zapato. «El elemento estructural es el pie de la joven, que aparece bajo una iluminación particular. Desnudo y aislado por la luz cuando llega al baile, es la huella de este pie la que llevará al Príncipe a viajar, a romper con su universo cerrado para lanzarse a la búsqueda de otros espacios», describieron ayer.
Protagonizada por la pareja Aurélia Schaefer y Gaëtan Morlotti en los principales papeles de la Cenicienta y el Príncipe, el espectáculo está integrado por una treintena de bailarines sobre el escenario.
En cuanto a la escenografía, la iluminación y el vestuario, que tienen un protagonismo importante, vienen firmados por Ernest Pignon Ernest, Dominique Drillot y Jerome Kaplan, respectivamente. El vestuario va acorde con la personalidad de los personajes, desde el sencillo vestuario de "La Cenicienta" a los atuendos extravagantes de las hermanas y la madrastra, sujetas a motivos de seducción artificiales y preestablecidos. La iluminación es, asimismo, innovadora, mientras que la escenografía rechaza lo accesorio en bien de la historia.
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