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El himno del KMK también se baila
El dantzari pasaitarra Gotzon Poza es el autor de la coreografía. «Me he basado en la propia canción que ha compuesto el grupo Esne Beltza y en lo que dice la letra», afirma
Cerca de 130 niños, todos ellos alumnos de Primaria, la
bailaron entonces ante el resto de alumnos, padres y personal docente y
administrativo del centro escolar. Habrá que esperar aún algunas
semanas para que el resto de habitantes de Gipuzkoa puedan tener el
mismo privilegio.
Entretanto, Poza ha desvelado a DV algunas de las claves
de los pasos que ha ideado expresamente para la ocasión. «Me he basado
en la propia canción que ha compuesto el grupo Esne Beltza y en lo que
dice la letra. Es una canción muy fiestera, con un estilo musical un
poco ska, que va a representar al KMK.», señala.
Basándose en el «ritmo» y en los que el tema «quiere
transmitir», se puso manos a la obra. ¿Lo fundamental? «Tener en cuenta
que debía de ser una coreografía fácil, para que la gente la coja
rápido», responde el dantzari.
Para Gotzon Poza, el hecho de ser el responsable de la
coreografía del que será el 'himno' del KMK 2010, además de la primera
canción con baile de su historia, «supone un orgullo, porque será algo
que trascienda y que represente a la que ha sido mi ikastola, pero a la
vez es una responsabilidad».
El joven confía en que «guste y todo vaya rodado» y que
la canción se cante mucho este verano. «Si además se baila, mejor que
mejor», añade.
Dantzari polifacético
Mientras aguarda que su creación se dé a conocer, Poza
continúa con su trabajo en el gimnasio La Perla de San Sebastián y en
la compañía de danza Aukeran, fundada en 1997 y con la que ha ofrecido
multitud de actuaciones. Entre ellas, la que hace unos años le llevaba
a Filipinas para representar un montaje en un festival artístico con la
invitación del Instituto Cervantes.
En la actualidad, él y sus compañeros de escenario
recorren buena parte de Euskal Herria con su último espectáculo, el
basado en el bombardeo de Gernika narrado en primera persona por los
fallecidos aquel fatídico 26 de abril de 1937.
«Es una propuesta que fusiona la danza tradicional y
contemporánea; un trabajo más íntimo que los tres anteriores montajes
que hemos hecho, por el tema y por la historia. Tiene mucha fuerza y
mucha vistosidad. Gusta un montón, tanto que estamos haciendo dobletes
y hasta tripletes», asegura Gotzon Poza.
El próximo 25 de junio la obra llegará a la capital guipuzcoana, para representarse en el Teatro Victoria Eugenia.
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