El Gobierno de Navarra suprime las ayudas a museos volviendo muy difícil su subsistencia

Ha eliminado las convocatorias para funcionamiento, actividades e inversiones

El Gobierno de Navarra ha suprimido las tres líneas de ayudas a museos y colecciones museográficas permanentes de la Comunidad Foral, dejando a éstos en una "muy difícil" situación que complica notablemente su subsistencia y su labor de servicio cultural. La medida afecta a una quincena de entidades que el año pasado recibieron alguna de las subvenciones en las tres convocatorias que este año ya no existen: ayudas para funcionamiento, que venían siendo de 10.000 euros anuales para cada entidad, ayudas para actividades y ayudas para inversiones -en estas dos últimas convocatorias los museos debían presentar proyectos y se les subvencionaba un porcentaje de la ayuda solicitada; en el caso de las inversiones se solía subvencionar el 100%-.

Los responsables de museos se han ido enterando de la eliminación de estas convocatorias durante este mes de mayo, en las citas que están teniendo uno a uno con los responsables del Servicio de Museos del departamento de Cultura y en las que están siendo informados, con un retraso evidente, de la Ley Foral de Museos y de los requisitos que deben cumplir para ser reconocidos en dicha normativa como museos o colecciones museográficas permanentes. "Sólo nos han dicho que no va a haber dinero y ya está", cuentan los afectados por la supresión de las ayudas. Casi todos coinciden en que para ellos el panorama ahora cambia totalmente. Se plantean abrir menos días, menos horas, prescindir de personal, reducir la oferta... Lo último, claro está, cerrar. Pero lo tienen complicado. Al Museo Etnográfico de Arteta, gestionado mediante una fundación privada y al frente del cual está el escultor Joxe Ulibarrena, la medida le afecta "de pleno". "Contábamos con las ayudas al funcionamiento, de las que nos beneficiábamos hasta ahora para hacer frente a gastos básicos de luz, agua, teléfono y limpieza. Ahora todo el dinero tiene que salir de nuestro bolsillo, y nos vemos obligados a elegir entre hacer una buena exposición temporal o mantener limpio el museo", cuenta Elur Ulibarrena. La situación ha hecho que tengan que prescindir de la persona que limpiaba las instalaciones. "Ahora limpiamos el museo nosotros, y eso nos quita de otras ocupaciones que antes hacíamos, con lo cual el servicio que damos al público es de inferior calidad", reconoce. Hoy, el Museo Etnográfico de Arteta se mantiene gracias a la labor de personal voluntario que echa una mano "cuando puede por amor al arte". "Pero no es una manera seria de funcionar. Y al final todo esto va en detrimento de la cultura", dice Elur Ulibarrena. La Casa de la Memoria de Isaba también se ve afectada. "La eliminación de estas ayudas de un plumazo puede traer consecuencias bastante gordas. En nuestro caso, al gestionarnos a través del Ayuntamiento, tendremos que ver ahora si éste tiene o no dinero para seguir manteniéndonos", dice el director del museo, Roberto Sanz, quien se muestra preocupado "porque ni siquiera nos garantizan que el año que viene volverá a haber convocatorias de ayudas".

Desde la Fundación Huarte Buldain reconocen que la medida tomada por el Gobierno "obliga a replantearnos muchas cosas, o a conseguir ayudas por otra parte... Condiciona nuestras actividades, aunque ahora la prioridad es seguir abiertos", dice Nuria Buldain. La Casa Museo Julián Gayarre de Roncal, gestionada a través de la Fundación Julián Gayarre, consideraba estas ayudas "fundamentales para estos museos pequeños que damos un servicio cultural en Navarra. Especialmente las subvenciones para funcionamiento", decía ayer su responsable, Marta Zazu. "Todavía no nos hemos sentado a hacer un cálculo, pero alguna medida habrá que tomar, quizá reducir jornadas de apertura... va ser difícil, a ver cómo sale el verano", comentaba con incertidumbre. El Molino de Zubieta, gestionado a través del Ayuntamiento de la localidad, resiste "de momento", gracias a que cobra entrada y a que hoy por hoy cuenta con el apoyo del consistorio, sobre el que cae ahora todo el peso de cubrir esa financiación con sus propios recursos, tras retirar su ayuda el Gobierno de Navarra. "Algo habrá que hacer para que el coste sea menor, o una restricción de horarios o lo que sea", comenta con preocupación e impotencia Mikel Belarra, secretario del Molino de Zubieta, en el que trabajan dos personas de las que no querría tener que prescindir.

Trajes tradicionales del Valle de Roncal, expuestos en la Casa de la Memoria de Isaba.