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El germen de la danza en Sestao

Javier Olano forma parte del sestaoarra grupo de dantzas Eusko Lorak desde 1959

Dantzari, preparador y presidente asegura que el grupo fue un “semillero identitario”
Egilea
Emilio Zunzunegi
Komunikabidea
Deia
Tokia
Sestao
Mota
Albistea
Data
2017/03/28
Lotura
Deia

“Si nos hubieran dado todo lo que pedíamos, si nos hubieran puesto alfombra roja para llevar a cabo todo lo que anhelábamos, seguramente hoy día no existiría Eusko Lorak”. Así de rotundo se expresa Javier Olano Ibarrondo, dantzari, preparador y presidente del grupo de dantzas sestaoarra que vivió en primera línea los años duros en los que el régimen franquista miraba con lupa todas aquellas actividades que tuvieran que ver con la cultura identitaria vasca.

Natural de Bilbao, donde nació en 1941 -aunque vivió su primer cuarto de siglo en Sestao antes de instalarse en Portugalete-, Olano se incorporó al grupo Eusko Lorak en 1959, apenas dos años después de su creación en 1957 de la mano, entre otros, de Alejandro Etxebarria y Joseba Barañano junto con los curas del Patronato como Anastasio Olabarria o Iñaki Franco “que no tenían nada que ver con la iglesia oficial de la época ya que ellos estaban implicados en la defensa de la cultura vasca”, matiza. “Yo en aquella época jugaba campeonatos de fútbol en diferentes clubes y un día mi hermano me dijo que me iba a fichar el Leioa. Ese mismo día varios amigos me dijeron que si me animaba a ir a bailar ezpatadantza al Patronato. La cosa es que le dije a mi hermano que no me apetecía mucho ir hasta Leioa varios días a la semana a entrenar y luego jugar partidos así que le dije que me quedaba en Sestao porque además, aquí se alentaba el sentimiento euskaldun, se estaba desarrollando una forma de recuperar y promover nuestras esencias vascas tanto en la cultura como en la lengua que en aquel momento estaban totalmente arrinconadas”, recuerda este maestro industrial cuya vida laboral ha ido pareja al devenir de la otrora señera Babcock & Wilcox en la que se jubiló después de pasar por diferentes responsabilidades y cometidos.

“En los locales de Eusko Lorak, lo mismo que en muchas casas del municipio, venían niños y niñas de 3 y 4 años a aprender euskera, naturalmente sin ningún tipo de permiso porque estaba perseguido”, recuerda este nacionalista sin carné que, como sus coetáneos del grupo, luchaba a través de la cultura por un horizonte de libertad.

Semillero Una lucha larvada pero continua en pos de la democracia que, a pesar del control del régimen -el grupo tenía que contar en su directiva con un cura como consiliario político que ofreciera una pátina de legalidad- tuvo una profunda implicación en la recuperación del sentimiento identitario vasco en Ezkerraldea que aún hoy, sesenta años después, es un referente histórico. “Eusko Lorak había cogido plaza en Sestao y los sentimientos euskaldunes se extendían por la comarca. Así empezó a marchar gente cedida por el grupo para impulsar o apoyar a otros grupos como Elai Alai, Mendialde en Santurtzi, Lora Barri o Danetarako en Trapagaran”, recuerda este aventajado compañero de fatigas pictóricas de insignes artistas como Marcelino Bañales o Ismael Fidalgo con los que compartió estudio.

Eusko Lorak, como grupo de dantzas, era junto con los barakaldarras del Laguntasuna o del Amaia, uno de los más afamados por la calidad de sus dan-tzaris, puesta a prueba en más de un concurso en el que incluso tuvo que dirimirse un primer premio “con el txistulari tocando de espaldas al grupo para que estos siguieran el ritmo de la música y no al revés, y ganamos”.

Aitite primerizo, Olano remarca la implicación social que ha tenido siempre el grupo sestaoarra -llegó a contar con más de 1.100 socios cotizantes- y que “aún no ha sido justamente reconocida”, apunta este valedor de la cultura vasca que como parte de Eusko Lorak no dudó en enfrentarse al régimen franquista para satisfacer el deseo popular de celebrar una romería el día de San Ignacio. “Aquello llevó a la cárcel a varias personas que no quisieron pagar multas, de 10.000 pesetas de 1964”, recuerda Olano que sigue vinculado al grupo que en 1958 se atrevió a cantar a Santa Águeda.

Olano entró en 1959 a formar parte de Eusko Lorak, un grupo comprometido con la identidad vasca.

Olano entró en 1959 a formar parte de Eusko Lorak, un grupo comprometido con la identidad vasca. (Foto: E. Zunzunegi)

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