El Festival de Folklore terminó con el frontón abarrotado

El público, que de nuevo volvió a abarrotar el polideportivo municipal de Zubi-Alde hasta completar el aforo cercano a las 4.000 plazas, se rindió ante la profesionalidad de los componentes de estas dos compañías y premió su esfuerzo con calurosos aplausos que en ocasiones no aguardaron al final de los números. El Gran Ballet Argentino demostró que el folklore del país americano no se limita al popular tango, y que también existen la zamba, la media caña, el malambo y otras danzas de la Pampa y del altiplano que sorprendieron a todos los presentes.



Sin embargo, no faltó el tango gracias a dos bailarines que hicieron las delicias de los asistentes y que recibieron una fuerte ovación.



El final de la actuación fue caluroso y sorprendente, ya que algunos de los componentes del ballet abandonaron el escenario y se mezclaron con el público, al que obligaron a levantarse de sus sillas para participar en el baile. No menos espectacular fue la compañía folklórica Juventudes de Daguestán, creada en 1978, y que mostró, al son de tambores, acordeones y los instrumentos típicos como la zourna y el shikappshina, toda la riqueza de las danzas de los distintos grupos étnicos que residen en el norte del Cáucaso.



Comenzaron con un baile de novios, y prosiguieron con una suite de ritmos del Cáucaso, en la que demostraron el virtuosismo que poseen a la hora de tocar el tambor, una danza nupcial y una romería de aldea en la que destacaban la alegría, la vistosidad de los trajes y las piruetas que realizaban los bailarines. Pero lo más espectacular y llamativo lo guardaron para la segunda parte de su actuación cuando, tras unas danzas de Georgia, dieron comienzo al baile del sable y entre la admiración del público clavaron varios cuchillos en el suelo, con riesgo para los espectadores de la primera fila.



Sobre el escenario, los bailarines, vestidos con casacas verdes y gorros blancos de piel, luchaban, golpeaban sus sables y escudos. Cerraron el festival los anfitriones del Elai Alai, que ofrecieron, al son de los txistus, acordeones, tamboriles y txalaparta, una selección de danzas de Nafarroa.