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El dragón volverá en 2010
El viejo dragón de la Errementari Dantza, retirado en 2007, será sustituido por una nueva figura más pequeña y ligera que costará 10.000 euros
El ayuntamiento costeará con 10.000 euros la
construcción de este nuevo dragón cuya confección se encomendará a los
artistas-artesanos de la compañía Kukubiltxo. Los integrantes de este
grupo teatral actúan con marionetas y títeres de elaboración propia. De
su taller han salido incontables muñecos, figuras, decorados y hasta
gigantes, como por ejemplo los de Bergara.
El nuevo dragón devolverá a la Errementari Dantza el
brío y la prestancia que su antecesor fue perdiendo a lo largo de sus
16 años de «servicio». Estrenado con el debut de este espectáculo
festivo en 1993, el dragón diseñado por Haritz Solupe formaba parte de
la coreografía mitológico-pagana concebida por el compositor José Ramón
Vitoria, padre de la Errementari Dantza.
De la maqueta presentada por el a la sazón estudiante de
ingeniería Solupe surgiría un dragón de 9 metros de largo, 4 de alto y
«casi media tonelada de peso», recuerda su autor. Su «esqueleto» se
construyó a base de fibra óptica, y la estructura fue recubierta con
una tela verde a modo de «piel». Se cuidaron todos los detalles para
emular las alas, los cuernos y hasta las grandes fauces por donde el
dragón debía escupir llamaradas de fuego. Y en sus mejores tiempos lo
hacía hasta «una distancia de dos metros» aseguraba Solupe.
El «lanzallamas» incorporado consistía en un sistema
tipo Matavi que expulsaba una solución inflamable mediante la
aplicación de aire comprimido. El «combustible» empleado, hasta donde
recuerda Solupe, desvinculado de la Errementari Dantza desde hace
muchos años, «contenía una mezcla de varios productos, entre otros
aguarrás y cola». Para la elaboración del mismo contaron con la
inestimable colaboración de Agustín Ibarluzea «Txispas», toda una
autoridad en materia de lanzamiento de cohetes.
Acercando una antorcha a la boca del dragón, el
combustible que salía disparado por su boca se convertía en una
poderosa llamarada con la que prendía la hoguera de San Juan. Para
tranquilidad de los 5 porteadores que iban dentro del armazón del
dragón, tanto su estructura como la tela que hacía de piel era
ignífugos
Pero después 16 años de servicio, el dragón ha ido
perdiendo aliento, y su cuello «artrítico» ya no le permitía erguirse
como antes. Su tela raída y llena de polvo acababa de rematar el
lamentable cuadro de una dragón que ya no era presentable. Por eso fue
retirado en 2007. El viejo dragón, por el que el consistorio pagó
600.000 pesetas en 1993, será reemplazado por una figura que se basará
en la escultura del dragón que preside la explanada de Goikobalu sobre
lo alto de Santa Bárbara.
Sus dimensiones serán más reducidas: 5 metros de
longitud por 3 de altura. No le faltará tampoco el correspondiente
sistema de ignición para poder prender la hoguera al término de la
Errementari Dantza.
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