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'El Dios de la danza' no bailó
Los Ballets Rusos estrenaron dos obras, 'Las Meninas' y 'Kikimora', en su temporada donostiarra, en agosto de 1916. Sólo faltó Nijinsky
Cuando, siguiendo la costumbre de la familia real
española desde mediados del siglo XIX, Alfonso XIII, su esposa la reina
Victoria Eugenia y la práctica totalidad de la corte se trasladaron a
San Sebastián en verano de 1916, el teatro Victoria Eugenia se
convirtió como cada temporada en la versión estival del Teatro Real. Y
el teatro donostiarra, espléndido cuatro años después de su
inauguración, fue el marco en el que Diaghilev realizó su particular
homenaje al monarca, estrenando el 21 de agosto Las Meninas y, tan sólo cuatro días después, Kikimora.
Las Meninas fue una solemne recreación de la España
antigua, a través de una pavana danzada por personajes inspirados en el
célebre lienzo de Velázquez. Con decorados de Carlo Socrate y vestuario
de José María Sert, la coreografía de Massine se apoyaba en la música
de Gabriel Fauré. Los bailarines Lydia Sokolova, Léon Woizikowsky y el
propio Léonide Massine interpretaron esta pieza que, al parecer, obtuvo
un rotundo éxito en su estreno, pese a ocupar un escaso relieve en la
producción de los Ballets Rusos. Kikimora fue una
miniatura coreográfica basada en un cuento de hadas ruso, sobre
partitura de Anatoli Liadov, escenografía de Mikhail Larionov y,
nuevamente, coreografía de Massine.
Lamentablemente, el público de San Sebastián no pudo disfrutar de la actuación del Dios de la Danza,
Vaslav Nijinsky. Tras haber permanecido encarcelado como prisionero
civil de guerra en lo que todavía era Austria-Hungría entre 1914 y
1916, Diaghilev había conseguido incorporarlo al último tramo de la
primera gira estadounidense de la compañía. En lugar de volver a
Europa, Nijinsky, en el que comenzaban a manifestarse los síntomas de
la enfermedad mental que ya estaba a punto de terminar con su carrera,
se quedó en Estados Unidos y privó a los donostiarras de su presencia.
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