«El daño del virus es irreparable porque muchos no volverán a bailar»

Kepa Ogiza posa con dos carteles del certamen. / E. C.

Durante este fin de semana la localidad de Basauri se convertirá en la capital del folklore vasco. La pandemia no dejará que las calles se llenen de los centenares de dantzaris que un año normal hubieran bailado, pero al menos el Social Antzokia acogerá a los cinco grupos que representarán las danzas autóctonas de sus pueblos. Las tres formaciones basauritarras que organiza el evento -Agintzari, Basauritar y Edurre- pondrán el broche de oro al que es el mayor y «más antiguo alarde de danzas vascas propias de Euskadi».

Vuelven al escenario. El año pasado salvaron la cita, pero no participaron grupos de otros sitios.

 El año pasado hicimos, como no se podía hacer otra cosa, un montaje en vídeo y seleccionamos grabaciones, que teníamos desde los ochenta y en las que se mostraban bailes autóctonos. Los tres grupos del pueblo, con la colaboración de Beti Jai Alai, hicieron una presentación de una danza muy corta y con poca gente en el escenario. Lo que permitieron las circunstancias. La verdad es que a la gente le gustó y salvamos la papeleta dadas las circunstancias.

Este año tampoco habrá kalejira ni podrán enseñar a bailar, ¿no?

Vamos a hacer algo más, aunque no está permitido ni la kalejira que solíamos hacer los viernes ni la jornada de romería en la que enseñábamos a bailar. Esa parte que se realizaba en el exterior no se puede hacer. Hemos adaptado el alarde a las circunstancias de este año, seguimos contando con grupos autóctonos y apostando porque siga funcionando. Hemos tenido pegas con algunos grupos porque todavía con esto de la pandemia no habían podido arrancar.

¿ La pandemia ha perjudicado a la danza y al folklore?

Sí, todavía no podemos ver el verdadero alcance y los efectos de la pandemia, del virus. Todos los grupos somos amateur, porque nos gusta. Mucha gente por circunstancias, por lo que sea, no se ha acercado a los grupos. Parece que ahora se están animando algo más, este septiembre volveremos poco a poco a la normalidad, pero el daño es irreparable, mucha gente no volverá a bailar.

La danza requiere un contacto, ¿habrá gente que tenga miedo?

Claro. Hasta que no se han vacunado no se ha quitado un poco el miedo. Van mejorando los datos, nosotros siempre que hemos ensayado lo hemos hecho con las ventanas abiertas y con mascarilla.

El sábado actuarán en el Social Antzokia cinco grupos.

Sí. Los dantzaris de San Lorenzo, el grupo de danzas de Laguardia-Biasteri, Aurtzaka de Beasain, Barde Ribera de Fustiñana y Atharratzeko dantzariak de Zuberoa. Solemos traer uno por provincia, pero en la zona de Iparralde a veces son iguales.

¿Se han marcado alguna limitación?

Nos hubiera gustado traer algún grupo de Lapurdi, pero teníamos que ajustarnos a los que nos deja el Social. El escenario permite un número de dantzaris a la vez y hay danzas que necesitan más espacio. Por ejemplo, hay bailes que interpretan 12 o 24 parejas... esos los hemos descartado. Hemos buscado danzas que fueran menos numerosas para que pudieran venir.

¿Habrá alguna sorpresa?

No tenemos ningún grupo novedoso. El de Beasain es la segunda vez que viene, estuvo hace relativamente poco. Pero además, queríamos que el que viniese lo pudiera hacer como lo hace en su pueblo, en la calle. Hemos preferido guardarnos algún cartucho para el año que viene, que es el 50 aniversario.

¿Ya lo están preparando?

Estamos ya con ideas. El año que viene esperamos poder hacer un espectáculo sin limitaciones.