El coreógrafo Sidi Larbi Cherkaoui llega a Barcelona con un montaje en el que participan monjes Shaolín

El reputado coreógrafo Sidi Larbi Cherkaoui presentará hoy en el Teatre Grec de Barcelona su nuevo espectáculo, Sutra , en el que actúa junto con 17 monjes del templo chino de Shaolín, en un montaje que revela la condición espiritual que se esconde en el kung-fu.

Cherkaoui plantea una obra en la que también trata del concepto genérico de territorio, fruto de sus diversas estancias en Shaolín, donde residen unos 200 monjes budistas que practican una doctrina estricta, con las artes marciales del kung-fu y del tai-chi como parte fundamental de su régimen cotidiano.

Sin embargo, en esta producción de Sadler's Wells, en coproducción con varios festivales europeos como el de Aviñón o el Grec, el bailarín no ha trabajado solo, sino que lo ha hecho en estrecha colaboración con el escultor Antony Gormley, ganador del premio Turner, y con el joven compositor polaco Szymon Brzóska, que ha creado una pieza musical innovadora para piano, percusión y cuerda, especial para la obra.

El coreógrafo reconoció que de pequeño Bruce Lee le servía de modelo y aseguró que para el espectáculo se ha inspirado mucho en sus viajes al monasterio budista.

A su juicio, se trató de "un privilegio" que le permitió conocer por dentro la vida del lugar, llegando a la conclusión de que "todos los monjes son unos artistas, y, en el caso del kung-fu, es una tradición que rehacen constantemente en nuevas formas". Precisamente, de la técnica de los monjes ha resaltado su capacidad para "identificarse completamente" con los seres vivos del entorno o para acabarse convirtiendo en la esencia de un tigre, una garza o una serpiente.

Por su parte, dos de los monjes que intervienen en el espectáculo aseguraron que el poder trabajar con Sidi Larbi les ha supuesto "una oportunidad de aprendizaje". En este sentido, precisaron que el coreógrafo "es una fuente de inspiración permanente, con una gran capacidad para transformarlo todo".

El coreógrafo Sidi Larbi Cherkaoui ha tratado, además, de buscar la conciliación entre Oriente y Occidente, "hacer juntos verdaderos castillos de arena".

Sidi Larbi Cherkaoui, junto a dos de los monjes del templo de Shaolín.Foto: efe