"El Caserío" de Guridi está dentro de mi ADN vasco".

Ainhoa Arteta encarnará a 'Ana Mari' en la coproducción que estrena mañana el Arriaga

El Arriaga de Bilbao cierra temporada y lo hace con un broche de oro: El Caserío, la inmortal zarzuela de Jesús Guridi que, desde su estreno en 1926 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, se ha convertido en un símbolo de la música vasca y en un referente sentimental de los aficionados al teatro lírico. En esta ocasión, se trata de una reposición de la coproducción realizada en 2011 por el teatro bilbaino y el Campoamor de Oviedo, que regresa con un cartel de intérpretes de lujo. Reconocida como una de las grandes voces internacionales y aclamada en teatros de ópera y salas de concierto como el Carnegie Hall, el Metropolitan de Nueva York o la Scala de Milán, Ainhoa Arteta (Tolosa, 1964), ha hecho un paréntesis en su apretada agenda para meterse en la piel de Ana Mari, la joven sobrina del tío Santi, dueño del caserío Sasibil, que fue adoptada tras quedar huérfana en América.

Los cantantes Javier Franco, José Luis Sola, Jorge Rodríguez-Norton y Belén Elvira, la actriz Loli Astoreka y los actores Lander Iglesias y Pako Revueltas completan el reparto de esta zarzuela, junto a ocho bailarines de la compañía Aukeran. La escenografía ha corrido a cargo de Daniel Bianco, la dirección escénica es de Pablo Viar y bajo la batuta del maestro Miguel Roa, la BOS interpretará la música que compuso Jesús Guridi hace 87 años.

Ayer, durante la presentación de la obra, de la que se representará seis funciones (mañana, el domingo, y los días 25, 26, 28 y 29), la soprano confesaba que personalmente le hacía una gran ilusión cantar esta zarzuela "porque noto algo especial en mi interior cada vez que la escucho. El Caserío es una obra que llevo en el ADN como vasca. Esta historia que ocurre en nuestro caserío la hemos oído todos los días a nuestras amamas, eran ellos los que se habían ido a América y habían vuelto con mejor o peor fortuna. Emocionalmente, El Caserío para mí me resulta muy especial, lo siento muy dentro", explicaba Ainhoa Arteta, que a la vez confesaba que "musicalmente Guridi no es nada fácil, es siempre un reto". El compositor vasco situó la acción de la zarzuela en el imaginario pueblo de Arrigorri, en el entorno del caserío Sasibil y Pablo Viar la ha situado en un pueblo de Bizkaia, que queremos mucho los dos, Ispaster. Ha habido mucha complicidad y me he sentido muy a gusto", señalaba Arteta.

En la presentación también se encontraba el maestro Miguel Roa, que fue el director musical del Teatro de la Zarzuela hasta 2010, y que tuvo la oportunidad de compartir con Guridi los últimos siete años de su vida. "Para mí ha sido una figura imprescindible, como un padre espiritual. Guridi fue un hombre de una sensibilidad increíble y un compositor de una talla descomunal que aún no ha sido suficientemente valorado en este país. Le dio un vuelco al género lírico español, ya que El Caserío, aparentemente una obra fácil, no lo es en absoluto porque le aportó una orquestación complejísima. He vivido prácticamente con esta obra toda mi vida, y ya era hora de volver a hacerla adaptándola al tiempo en que vivimos. El reparto es excepcional". Roa expresó su esperanza de que "el público y la crítica hagan justicia a este montaje no por el trabajo que hagamos, si no por la calidad inmensa de la obra en sí misma".

aldea soñada El Caserío narra los enredos amorosos de Ana Mari, la joven sobrina del tío Santi, dueño del Caserío Sasibil, donde transcurre la acción, y del pelotari José Miguel, quien, aunque también está enamorado de la joven, la ignora y se dedica a la juerga permanente con sus amigos. La trama de esta comedia que describe la vida y costumbres rurales del País Vasco de principios del siglo XX, en línea con la concepción romántica del mundo imperante en el siglo XIX, se desarrolla en la aldea imaginaria de Arrigorri.

El estreno de El Caserío en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el jueves 11 de noviembre de 1926, supuso para Jesús Guridi uno de sus más resonantes éxitos. Tras sus experiencias escénicas anteriores, Mirentxu y Amaya, y sin abandonar el ambiente vasco en su obra, quiso emprender un nuevo camino con la zarzuela. La representación fue un éxito total. A la salida del teatro, un numeroso público esperaba para aplaudir nuevamente al autor.

"Conocía la producción de El Caserío que realizó uno de mis antecesores en el teatro, Luis Iturri, pero cuando nuestro equipo llegó, teníamos muchas ganas de llevar a escena una producción propia y decidimos encargarle el montaje a Pablo Viar, lo que fue todo un acierto", explicó Emilio Sagi, director artístico del Arriaga. Viar ha realizado algunos cambios dramatúrgicos, sobre todo, la introducción del frontón en el segundo acto, pero siempre con mucho respeto a la tradición, según confesó. Una nueva oportunidad de volver a ese Arrigorri que, en palabras de Pablo Viar, "tiene, felizmente, algo de aldea soñada, de imagen congelada en el tiempo. Algo también de pueblo idealizado, como visto a través de la mirada de un poeta o de un viajero".

l Reparto. Ainhoa Arteta, Javier Franco, José Luis Sola, Jorge Rodríguez-Norton, Belén Elvira y los actores Loli Astoreka, Lander Iglesias y Pako Revueltas integran el reparto de esta zarzuela, junto a ocho bailarines de la compañía Aukeran. Miguel Roa dirigirá a la BOS, la escenografía es de Daniel Bianco, director artístico adjunto del Arriaga, el vestuario de Jesús Ruiz, la iluminación de Juan Gómez Cornejo y la coreografía de Eduardo Muruamendiaraz. También participa el coro Rossini.

l Funciones. Estará en el escenario los días 21, 23, 25, 26, 28 y 29 de junio.