'El cascanueces' da el salto del ballet a la gran pantalla este viernes

Andrei Konchalovsky, un contestatario intelectual de 74 años que ha dedicado las últimas cuatro décadas de su vida al cine, estrena el próximo 23 de diciembre su último trabajo, El cascanueces, una película en 3D de diseño piramidal con tantos significados como espectadores tenga. Al menos, explica el director, ésa era su idea: "Hay distintos modos de hacer cine y cada historia requiere su método, ya sea un cuento corto, una novela o una manera de descodificar secretos, como los relatos de Umberto Eco, donde las historias están una bajo otra".

El cascanueces revive la fábula inventada en 1816 por A.T.E. Hoffmann (que Tchaikovski convirtió en ballet años más tarde) en la que un muñeco de madera se convierte en niño gracias a la imaginación de Mary, una niña inquieta y sensible que sueña un mundo de fantasía. En esta ocasión, el cineasta ruso mezcla personajes reales con dibujos digitales en 3D.

Se trata de una adaptación que deja a un lado el ballet, ya que como el propio director señala, "si la gente va al cine esperando un ballet, se va a quedar decepcionada". "Esta película es un puzzle: en la superficie está dirigida a los niños, pero cuando los padres la ven tiene otra lectura, y si son los abuelos, se añade otra. Depende de las experiencias del espectador y de su cultura, quien más tenga más dimensiones verá. Los niños verán sólo un cuento", concluye.