El Carnaval sale a la calle bajo la lluvia en el Casco Viejo

Dos gigantes fueron la atracción principal del pasacalles, que llenó el barrio de color

La lluvia y el frío que durante toda la mañana de ayer azotó Pamplona no impidió que el Carnaval tomara las calles del Casco Viejo y llenara la zona de color, música y diversión. Decenas de vecinos fueron testigos, con tres cuartos de hora de retraso, del pasacalles que los gaiteros de Iruñea, los miembros de Iruña Taldea y los danzantes y gaiteros de San Lorenzo prepararon para el disfrute y deleite del barrio.

Vestidos de zíngaros, con trajes de época, al estilo medieval y con máscaras venecianas, o con trajes del folclore local y acompañados de cascabeles, tambores, una tuba, trompetas y diversos instrumentos de viento los componentes de la kalejira bailaron por las calles mojadas y siguieron los pasos de los dos gigantes (un caballero con armadura y una dama), que abrieron paso a la comitiva. Tampoco faltó el confeti en una actividad que se tornó más concurrida de lo esperado a pesar del mal tiempo. Niños y mayores disfrutaron de las dantzas de los miembros del pasacalles, que tras recorrer la calle Mayor y San Saturnino llegaron a la plaza del Ayuntamiento donde montaron un espectáculo especial.

Los gigantes fueron entonces equipados con varios cohetes, que tras ser accionados expulsaron un fuego que acompañó el baile de las figuras de cartón-piedra, y que hizo de él algo mucho más especial. Las llamas se fueron apagando poco a poco con la llovizna y el humo fue dejando impregnado en la gente el olor a pólvora. Tras ellos, varios dantzaris realizaron diversos bailes que fueron muy aplaudidos por el público asistente. Un público que con sus cámaras y móviles retrataron el momento para la posteridad.

El pasacalles animó el Casco Viejo con bailes y música para celebrar el Carnaval. (Foto: patxi cascante)