El carnaval más tradicional

Las koko-dantzak fueron la novedad del programa del año pasado, y para los miembros del Kezka, todo un éxito. Por ello, no dudaron en volver a repetir la experiencia este año, e intentar así consolidar las koko-dantzak. Suponen una adaptación a los tiempos de bailes tradicionales vascos que tenían lugar en las zonas rurales durante los 'Aratosteak' hace más de setenta años. Pero no se trata de una recuperación de una tradición, sino más bien una adaptación. Para la creación de los miembros de la comitiva que componen las koko-dantzak, se han basado en arquetipos que se repiten en el carnaval rural y tradicional de diferentes partes de Europa y América.

Personajes grotescos

Según explica Oier Araolaza, responsable del Kezka, «uno de los arquetipos que más se repite es el que nosotros llamamos 'joalduna', que es aquel que aparece cubierto de piel de oveja, con un gorro cónico y los cencerros en la espalda, que retumban con los saltos del dantzari». Pero todos los arquetipos tienen características comunes. «En muchos casos, se dan referencias a animales, con elementos como cuernos y pieles.

También hay cabida para personajes grotescos y absurdos», explica Araolaza. «El oso, el hombre de musgo, el hombre de paja, el hombre caballo, la pareja de novios, la pareja de viejos, los caldereros, la vieja que lleva en brazos a un hombre, y el herrero, entre otros, son arquetipos que se repiten en carnavales tradicionales de muchas partes de Europa, y que nosotros hemos recuperado para nuestras koko-dantzak», añade el responsable del Kezka.

El cortejo de las 'Koko-dantzak' lo forman alrededor de cuarenta personas, en la que se pueden diferenciar dos grupos. Por una parte, los 'koko-dantzariak', que son la parte más elegante de la comitiva. «Son los bailarines, y la indumentaria es la misma de los dantzaris tradicionales, pero con una adecuación al invierno». Por otra, el resto de personajes basados en los modelos del carnaval tradicional.

La comitiva se reunirá en Unzaga a las 8.30 horas de la mañana, para desde allí dirigirse al polígono de Azitain y comenzar las visitas a los caseríos de la zona. En los carnavales tradicionales la cuestación, es decir, el moverse de casa en casa en busca de algún aguinaldo, es un elemento importante que en Kezka ha recuperado. Por ello, las 'koko-dantzak' serán bailadas en una treintena de caseríos de los alrededores del camino a Arrate. «Para esta ocasión, hemos elegido otros caseríos distintos a los que fuimos el año pasado. Según la experiencia del año pasado, nos dimos cuenta lo agradecidos que se muestran».