Egilea
Iratxe de Arantzibia
Komunikabidea
Diario Vasco
Tokia
San Sebastián
Mota
Albistea
Data
2009/05/21
El Victoria Eugenia acoge el regreso del Ballet de
Wiesbaden a los escenarios donostiarras tras nueve años desde su última
actuación. En casi una década, la compañía alemana ha dado un viraje
espectacular en cuanto a estilo y propuestas coreográficas, a raíz del
nombramiento de Stephen Thoss como director de la misma. «Ahora somos
una compañía dinámica y joven. Los bailarines hacen su trabajo con gran
entusiasmo y vitalidad. Aunque todos los cambios son vistos con ojo
crítico, después de casi dos años, podemos sentir cómo tenemos cada día
mayor repercusión y respeto», asegura el coreógrafo germano. En la
retina de los espectadores donostiarras aún está la impactante Carmen,
interpretada por Daniela Severian, trepando por la plataforma móvil en
el Kursaal, ofrecida por Quincena Musical en 2000. «No puedo opinar
entre las diferencias existentes con las piezas de Ben Van Cauwenbergh,
porque nunca las he visto», responde lacónico Thoss, intentando
desvincularse de su antecesor en el cargo. De aquella época, aún queda
en plantilla la vizcaína Verónica Villar, a quien una lesión de rodilla
ha impedido acompañar a sus compañeros del Ballet de Wiesbaden.
Para su retorno donostiarra, Stephen Thoss ha apostado por un programa titulado Blanco como la luna,
que juega con dos ideas principales: la luna, «que representa el mundo
de la noche, el mundo de los sueños, las especulaciones y la fantasía»,
y una página en blanco, «que espera a ser escrita dando lugar a la
propia interpretación», porque eso es, precisamente, lo que espera el
creador alemán: «que cada uno genere su propia interpretación de lo que
ha visto en el escenario». El espectáculo se compone de tres partes,
diferentes en cuanto a música y propuesta. En primer lugar, Ofrenda musical
que parte de una anécdota sucedida entre Johann Sebastián Bach y el rey
Federico II en el castillo de Sanssouici. El rey, gran apasionado de la
música, interpretó con la flauta una melodía en cinco tonos y desafió a
Bach a crear una fuga con dicha melodía. «Para crear esta coreografía,
me interesaban las emociones y las relaciones que pudieron establecerse
entre estas personas, más que contar una historia», asegura Thoss.
La música de Sergei Prokofiev es la protagonista de Visiones fugitivas,
obra con la que se regresa al mundo de la noche, en la que «veo a los
bailarines como estrellas que sólo durante ella pueden ser vistas y, en
muchos casos, como estrellas fugaces que se ven únicamente por un breve
instante», añade el director alemán. La última propuesta del Ballet de
Wiesbaden, No Cha-Cha-Cha está formada por tres
pequeños apartados: primero, los intérpretes bailan a ritmo de
cha-cha-cha y tango, «hay una sensación de competencia entre las
parejas porque todas quieren ser la mejor»; luego, en la composición de
Arvo Pärt se ahonda en el silencio, «he interpretado el silencio como
la distancia o cercanía que necesitamos las personas»; y, finalmente,
música de Laurent Petitgand «muy alegre, rítmica y folclórica, que los
bailarines transforman en diversión y alegría», explica Thoss.
Precisamente, la elección musical es de suma importancia para el
creador germano quien asegura que «cada música siempre es un reto para
mí, para encontrar nuevos movimientos y crear así mis coreografías».
Energía explosiva
Tras su debut como coreógrafo con el Ballet de la Ópera
de Dresde, del que fue bailarín, Stephen Thoss dirigió los Ballets de
Kiel (1998-2001), el Ballet de la Ópera de Hannover (2001-2006) y
recaló en el Ballet de Wiesbaden en 2007. Define su lenguaje como «muy
físico, muy vital y lleno de energía explosiva, nada educado o frágil»,
priorizando «la dinámica y no las posiciones», porque, según explica,
«es interesante ver cómo conseguir hacer una posición, partiendo de
otra, en vez de ver la pose precisa».
El año pasado, este reinventado Ballet de Wiesbaden
visitó el Teatro Arriaga de Bilbao, donde «pudimos sentir que el
público percibió y sintió las tres coreografías y su reacción final fue
muy positiva». Ahora, la gira recala mañana en Donostia tras haber
visitado Vitoria y Gijón.
Un momento de la representación del espectáculo .