El Ballet de Moldavia presenta una "versión clásica" de 'Giselle'

La historia "de amor, como siempre, y de muerte" es de sobra conocida. Una joven campesina muere por amor y pasa a habitar el mundo fantasmal de las novias abandonadas, las denominadas willies , contra las que, sin embargo, luchará para salvar a su amado.

La música en directo constituirá una de las mejores bazas de la representación. Shevtsova subrayó su importancia "porque cada director hace su propia interpretación de la música y la obra se convierte en un proceso de creación entre el solista y el director". Por su parte, Agafita señaló que su labor consiste en "ayudar a la bailarina. Me supedito al ballet".

El papel de la primera bailarina es "muy dramático y muy difícil". Formada en San Petersburgo, pese a su juventud, Shevtsova lleva cinco años como solista. El personaje de Giselle, que consagró a la cubana Alicia Alonso, primero es terrenal y después espíritual. "En el primer acto la joven siente un amor muy grande, siente que ha encontrado al hombre que ha esperado toda su vida. Es una primera parte muy real, en la que quiere vivir y amar", apunta la bailarina. "En quince minutos tiene que cambiarse la ropa, el maquillaje y la mentalidad; tiene que cambiarlo todo", destacó el director.

Agafita, que entiende el castellano porque acompañó en una gira a la tonadillera Isabel Pantoja, cosechó las alabanzas del productor, Kepa Madariaga, quien aseguró que, pese a su juventud, "es un director reconocido, con un futuro prometedor".

La bailarina solista elogió al compañero que encarna a su pareja en la ficción, el duque de Albrecht, con el que ya había trabajado en otros espectáculos. "Es muy inteligente y un buen partenaire", apuntó Shevtsova.

ballet en dos actos

Giselle , que no se representaba en Donostia desde una lejana edición de la Quincena Musical, empezará a las 19.30 horas, media hora antes de lo habitual en atención a las personas que deben coger un autobús a la finalización del espectáculo, aunque esta vez la función no se alargará tanto como en otras ocasiones: dos horas aproximadamente en dos actos, con un descanso de veinte minutos.

Estrenada en 1841 en la Opera de París, Giselle forma parte del repertorio del Ballet de Moldavia junto a otros espectáculos, también emblemáticos y más característicos de la escuela rusa como La bella durmiente , Cascanueces o El lago de los cisnes . La compañía está avalada por una trayectoria de 40 años en los que ha hecho gala de su versatilidad: música sinfónica, ballet, ópera. El Ballet Nacional de Moldavia, creado en 1957 en su capital, Chisinau, con un grupo de bailarines moldavos que realizó su carrera en San Petersburgo, ha recorrido numerosos países europeos con sus montajes, además de Vietnam, Taiwan, Tailandia o Corea del Norte.