El ballet Biarritz presenta en Basauri una coreografía de homenaje a los clásicos rusos

Diaghilev fue capaz de aglutinar en sus grupos a los más reconocidos especialistas de este arte.



El director del ballet vascofrancés Thierry Malandain decidió aprovechar esta circunstancia y compuso este montaje, que combina las coreografías clásicas con diferentes partituras de música compuestas por Maurice Ravel, Francis Poulenc y Claude Debussy. La representación de mañana, que se enmarca dentro de la programación organizada con motivo del décimo aniversario del teatro de Basauri, se estrenó hace un año en Francia y recibió «muy buenas críticas».



Malandain, cuya línea de trabajo es similar a la que sigue el español Nacho Duato, director de la Compañía Nacional de Danza, puso en marcha un espectáculo que estructuró en cuatro partes. La primera de ellas, de 34 minutos de duración, rinde tributo a 'Pulcinella', un ballet de 1920 cuyo origen está escrito en un manuscrito hallado en la ciudad de Nápoles.



El director propone para la segunda parte un solo de un bailarín sin más acompañamiento que la música. 'El espectro de la rosa' y el célebre 'Bolero' cierran la representación. El argumento de esta última pieza sitúa la acción en una taberna andaluza en la que una gitana baila con gran sensualidad para embelesar a los hombres.



Labor pedagógica



El ballet Biarritz nació en 1998 y está formado por catorce bailarines de diferentes nacionalidades: españoles, belgas, franceses o suizos. La compañía, que actúa por segunda vez en Basauri, se encarga, además, de llevar a cabo talleres formacionales para introducir la danza en ámbitos escolares y ofrecer nuevas alternativas pedagógicas.



Las personas interesadas en presenciar en directo el montaje pueden adquirir su entrada en las taquillas del Social. El precio oscila entre los 9 y los 12 euros.