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El Ballet Biarritz extiende su «vivero» a ambos lados del Bidasoa
Se llama Ione Miren Agirre, nació hace dieciocho años en Venezuela, de padre vasco, empezó «seriosamente» a estudiar ballet en París, aún muy niña, y actualmente vive en Baiona. En los pasillos de la Casa de Cultura de Egia, durante un receso en los ensayos, declara en un español en el que se mezclan ecos del francés y del castellano del otro lado del Atlántico que su sueño es bailar en una compañía profesional. Ese es también el sueño de la irundarra Miren Gómez quien empezó en el ballet a los cinco años y ha pasado los últimos siete estudiando en Zaragoza y, a buen seguro, del resto de las componentes, doce en total, del Ballet Biarritz Junior, un proyecto que ha iniciado su andadura este mismo mes en Donostia.
«Las diversas actividades que hemos desarrollado en los últimos años nos han permitido comprobar que existían condiciones para crear un centro de formación pre profesional de danza, y, en este camino, nos ha parecido oportuno crear una compañía joven, al igual que hacen otras grandes compañías internacionales», explica Adriana Pous, responsable de la Oficina de Sensibilización a la Danza que Ballet Biarritz mantiene en Donostia desde 2002.
Con ese objetivo, en julio tuvo lugar una audición en la que participaron 48 jóvenes de entre dieciocho y veintitrés años, tanto de un lado del Bidasoa como del otro. Los responsables del proyecto seleccionaron finalmente doce, todas chicas, que son las componentes de lo que han bautizado como Ballet Biarritz Junior.
El BBj así escriben el acrónimo los responsables de la iniciativa puede entenderse como un vivero del Ballet Biarritz, Centro Coreográfico Nacional francés, o también como un master o un curso de postgrado.
El proyecto tiene en principio una duración de seis meses. Ha empezado en setiembre y concluirá en febrero del año que viene. En ese espacio de tiempo, las chicas recibirán de lunes a viernes, de 9.00 a 15.30 horas, clases a nivel profesional a cargo de un selecto claustro de profesores y, paralelamente, prepararán dos programas, Batekmila y Tximeleta con los que, a partir de noviembre, realizarán sendas giras por diversas localidades de Euskal Herria.
El principal profesor y responsable artístico del BBj es Gäel Domenger, joven coreógrafo del Ballet Biarritz. Reconoce que el proyecto no ha hecho más que echar a andar, pero él está ya muy satisfecho. «Hemos arrancado muy bien asegura, después de haber dado un respiro a sus alumnas mientras dispone lo necesario para impartir una nueva clase. Hay buen ambiente en el grupo. Las chicas, aunque son de diferentes escuelas, están abiertas a probar cosas nuevas, y eso es para mí, como profesor, algo muy estimulante. Progresamos rápido y estoy convencido de que vamos a sacar algo profesional y positivo de esta experiencia».
Si Gäel Domenger está satisfecho, las chicas están entusiasmadas, y probablemente es ese entusiasmo el que hace que no se les note el cansancio a pesar de que hoy llevan ya varias horas trabajando en la barra, saltando y haciendo giros. «Es una oportunidad muy grande, es fenomenal», asegura Ione Miren Agirre, y en parecidos términos se expresan sus compañeras.
«A largo plazo»
Miren Gómez, por ejemplo, está especialmente contenta con los profesores: «Son muy buenos, y nos están planteando hacer cosas muy difíciles que, poco a poco, nos están saliendo; eso está bien».
Mejor estaría si el proceso culminase con la incorporación al Ballet Biarritz de alguna o algunas de las chicas del BBj. «Eso no sería ya bueno sino muy, muy bueno, no sólo porque significaría ser profesional del ballet, sino porque el Ballet Biarritz es una compañía formidable», afirma Miren Gómez, poco antes de encerrarse de nuevo con sus compañeras para continuar con los ensayos.
Adriana Pous reconoce que el BBj está planteado como un vivero «a largo plazo», subraya del Ballet Biarritz, pero, de momento, lo que hay es un proyecto concreto, respaldado por instituciones de ambos lados de la muga, que permite a doce jóvenes bailarinas aventajadas recibir gratuitamente una formación pre profesional durante seis meses. «La continuidad y profundización de la experiencia dependerá de si podemos sostenerla económicamente», indica la responsable de la Oficina de Sensibilización.
Adriana Pous ha dejado la puerta del local de ensayo durante unos segundos discretamente entreabierta y, gracias a ello, el curioso que se ha acercado hoy a la Casa de Cultura de Egia ha podido atisbar antes las evoluciones de las bailarinas, a los sones del piano y siempre atentas a las indicaciones precisas de su profesor. Ahora, en cambio, acaba de cesar la música y, en su lugar, llegan a oídos de ese mismo curioso los aplausos con los que tradicionalmente las bailarinas dan por concluida la sesión. Seguro que no serán los únicos que en adelante tendrán ocasión de escuchar. -
DONOSTIA
Chicos, «haberlos haylos»
La decisión de que el BBj estuviese íntegramente compuesto por chicas no fue deliberada. «En realidad explica Adriana Pous, a la audición sólo acudieron tres chicos, y, así las cosas, se optó por hacer una compañía sólo de chicas». En esto del ballet, como en otras actividades culturales, los chicos son minoría la experiencia dice que prefieren dedicarse al fútbol u otros deportes, pero «haberlos haylos y, por ejemplo, en Ballet Biarritz son siete chicos y siete chicas. Además, al ser menos, suelen tener normalmente más oportunidades», asegura Adriana Pous.
BBj realizará sendas giras con «Batekmila» y «Tximeleta»
Como parte de su aprendizaje, las componentes del Ballet Biarritz Junior tendrán que hacer frente a la puesta en escena de dos montajes diferentes, y ambos se estrenarán en noviembre próximo.
El primero de ellos es "Batekmila", un proyecto interdisciplinar impulsado por Euskal Kultur Erakundea en el que también intervienen la Joven Orquesta de Baiona y Theâtre du Rivage de Donibane Lohizune. En este montaje, centrado en la mitología vasca, la parte de danza correrá a cargo de las bailarinas de Ballet Biarritz Junior, con una coreografía contemporánea creada por Gäel Domenger. El estreno está previsto para los días 3, 4 y 5 de noviembre en la localidad lapurtarra de Luhuso.
El segundo montaje, éste exclusivo del Ballet Biarritz Junior, llevará por título "Tximeleta" y agrupará tres coreografías, la primera, "La nuit transfigurée", de Gäel Domenger, sobre música de Arnold Schoenberg, y las otras dos, del director del Ballet de Biarritz, Thierry Malandain, "La mort du cygne", sobre música de Camille Saint Säens, y "Bolero", sobre música de Maurice Ravel. El estreno de este segundo montaje también está previsto para noviembre, concretamente para el día 17, y tendrá lugar en Donostia.
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